Voy a enlistar, del 1 al 10, todo lo relacionado con las casa de la Gaviota y la licitación del tren México-Querétaro para ver si entiendo cómo es que el presidente pretende solucionar el asunto con nuestro dinero:
1) Se revela la existencia de una casa de la primera dama con un valor de 7 millones de dólares.
2) Aunque el artículo 43 de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos obligue al presidente a incluir los bienes de su esposa en su declaración patrimonial, no lo hizo.
3) La señora se defiende y dice que no es funcionaria, pero que se deshará de la casa para que la gente no piense que hay algo chueco por ahí.
4) Simultáneamente, el gobierno cancela una licitación para la construcción de Tren México-Querétaro con un conjunto de empresas, encabezado por una constructora China y por Grupo Higa, empresa favorecida por Peña durante su gobierno en el Estado de México, cuyo dueño figura entre los beneficiados con el negocio de la casa de Angélica Rivera. El proyecto del tren valía nada menos que 42 mil millones de pesos.
5) La cancelación se debe, una vez más, a que el presidente no desea que las cosas tengan un aspecto sucio y oscuro (?).
6) La empresa china está lo que sigue de enojada y con razón: ya había invertido en investigación para el proyecto, en renta de oficinas para los primeros trabajadores enviados a México y ya habían hecho proyecciones presupuestales y de gastos que incluían las utilidades de la obra. Por todos esos motivos y como era de esperarse, exige dinero al gobierno mexicano por los inconvenientes y no un simple “disculpe usté”.
7) Un medio chino publica el día de hoy que la constructora asiática recibió 16 millones de dólares como compensación por parte de la administración de Peña Nieto.
8) Tanto el gobierno chino como el mexicano dicen que ese pago no se ha hecho porque siguen determinando el monto real de los daños a pagar a la empresa china.
9) O sea que, de hecho, sí hay un pago por hacer que aún no se concreta. O sea que el dinero de tal pago lo hará el gobierno mexicano con dinero de los contribuyentes mexicanos. Con nuestro dinero. O sea que ese pago podría rondar justamente los 16 millones de dólares, que es más del doble de lo que cuesta la casa de la primera dama. O sea que el gobierno mexicano, para limpiar su nombre y terminar con un escándalo sobre la relación entre un constructor y una misteriosa casa de 7 millones, entregará más del doble de esa cifra de, bueno, nuestros impuestos.
10) En otras palabras, el presidente pretende pagar con tu dinero y el mío un error: el verse obligado a cancelar un contrato por la desconfianza que levantó un miembro del grupo empresarial. Ese error es fruto de otro: su falta de transparencia con el asunto de la casa. Y, además, pretende que estemos de acuerdo con que el dinero para pagar esos errores sea nuestro y no suyo (si la casa cuesta 7 millones y su error 16… bueno, no está, quizá no está fuera de su alcance). Y, encima de todo, pretende que lo veamos como el tipo más transparente del mundo por hacer todo eso en nuestra cara.
¿Me perdí algo?