“Mover a México”, hacer reformas aquí y allá, decir que respeta los derechos humanos, capturar a “El Chapo” o tomarse fotos con el “Chicharito”… nada le ha hecho subir popularidad al menospreciado presidente, Enrique Peña Nieto, quien nuevamente cae de la gracia de sus gobernados.
Si lo que quería hacer es historia, lo está logrando. De acuerdo con la última encuesta del periódico Reforma, 66% de los mexicanos le hacen fuchi a la administración de EPN… un porcentaje que no lo tiene ni Obama. Bueno, en el plano nacional, ninguno de los tres últimos mandatarios había sido tan rechazado… ni siquiera Ernesto Zedillo, cuando la crisis del 95.
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Como se puede deducir, la encuesta arrojó que Peña tiene el índice más bajo de aceptación de todos los tiempos (al menos desde que Reforma empezó con este jocoso y periodístico ejercicio cuatrimestral). Empeñado como sólo él puede ser, EPN logró superarse a sí mismo y sobrepasar el raquítico 31% de aceptación que apenas obtuvo cuando “El Chapo” se dio a la fuga. Ahora tiene sólo 30.
“Ah, pero los porcentajes no dicen nada (40% de la gente lo sabe)”… pensarán algunos. Bien, para ellos hay un dato que les ejemplificará el rechazo presidencial: en cuanto a calificación, los ciudadanos asentaron un gacho 4.4 en escala del 0 al 10. Los que se mancharon más fueron los “líderes” consultados, quienes no lo pasaron ni de panzazo: 3.7.
¿Algún dato bueno? Parece que no: 75% de los consultados piensa que el país va “por mal camino”; 56% encuentra que en los últimos 12 meses su situación económica “ha empeorado” y… bueno un mar de malas noticias, para cuando el preciso regrese de Alemania.
Educación, salud, seguridad, combate al narco, empleo, lucha contra la pobreza, economía y el cultural problema de la corrupción (dicen los funcionarios) … todos con porcentajes que muestran que la gente siente que el presidente nomás no le está echando ganitas.
Este cuatrimestre EPN bajó 9 puntos porcentuales… hagan su quiniela, ¿cómo le irá el que viene?
