Enrique Peña Nieto aceptó por primera vez que la renuncia de Luis Videgaray estuvo relacionada con la escala hecha por el magnate republicano Donald Trump en la Residencia Oficial de Los Pinos, hace unas semanas.
En entrevista para Radio Fórmula, Peña comentó que el exsecretario de Hacienda “tuvo un gran desgaste con esa negociación”, hecho que ayudó para aceptar la renuncia de su funcionario y amigo.
“Luis, en el marco de esta visita, tuvo un gran desgaste. Se había involucrado en el arreglo que habíamos hecho con el equipo de campaña del candidato Trump para poder tener este acercamiento, como lo procure con ambos candidatos. Este desgaste me llevó a tomar la decisión y a aceptar la renuncia que él presentara”
No podemos imaginar lo desgastante que pueda ser una negociación; habría que preguntarle a las personas que trabajan en la Central de Abastos, en obras de construcción, en labores de limpieza o en cualquier otro oficio que requiera verdadero esfuerzo, si ellos también renunciarían por “desgaste”.
Por supuesto que quisiéramos creer que fue el descontento social el que motivó la renuncia, pero lo que parece más real es que ante una pifia de tal magnitud, y que además hizo eco a nivel internacional, alguien tenía que pagar… Y pues no podría ser el ‘presi’.
Siguiendo con los ‘amiguismos’ del líder del Ejecutivo, pasemos ahora con Luis Miranda, quien también tenía un “gran desgaste” – desde el punto de vista de Peña – en su labor como subsecretario de Gobernación, pero él por negociar con la CNTE. Y fue por esto que fue cambiado a la Secretaría de Desarrollo Social…
Esto ya no tiene lógica, pero ¿acaso algo en el sexenio lo ha tenido?
En cuanto al precio del dólar, EPN se limitó a decir que espera que el Banco de México haga su trabajo.
“Me inquieta y espero que el Banco de México actúe con responsabilidad y adopte medidas”
¿¡Qué!? ¿O sea que no hay idea?