No todo en Sopitas.com son vulgaridades, noticias de políticos corruptos o videos de chinos haciendo tonterías; no señor, en este espacio mágico-cómico-musical también hay lugar para el amor… olímpico.
Ayer lunes en los Juegos Olímpicos de Río 2016 se dio una de esas escenas cursis que hacen suspirar a las muchachas y a las tías solteronas. Su protagonista es Isadora Cerullo, jugadora de rugby brasileña de 25 años que vivió su gran noche a pesar de que su equipo no ganó ninguna medalla.
Y es que una vez concluida la ceremonia de premiación del rugby femenino (donde Australia se llevó el oro, Nueva Zelanda la plata y Canadá el bronce), la voluntaria de los juegos, Marjorie Enya, aprovechó para pedirle matrimonio a Isadora.
Tomando un micrófono le hizo a su novia la pregunta que toda mujer desea escuchar en medio de deportistas, medios de comunicación y otros vuluntarios.
Afortunadamente obtuvo el anhelado sí y todos los presentes en el estadio Deodoro se volvieron locos cuando ambas sellaron el momento con un beso.
Aunque no hubo anillo (ese ya será en la Luna de Miel), Marjorie usó un listón amarillo para afianzar el compromiso.
Marjorie, de 28 años, le comentó a los medios que al enterarse que su novia fue convocada a la Selección Olímpica quiso proponerle matrimonio de una manera muy especial. Ambas viven en Sao Paulo y tienen dos años de relación.
Con Isadora podríamos decir que: Desafortunada en el deporte olímpico, afortunada en el amor.