Un hombre le saca provecho a su –quizá- enfermiza afición por el juego de Rovio y consigue algo más que tumbar a los cerdos verdes.
Melissa era la flamante novia de Ben Levi, un empedernido fanático del videojuego Angry Birds. Tal vez más que fanático, así lo recuerda la afortunadota pareja de Levi:
“Mientras vemos televisión él juega Angry Birds (…) Estamos acostados en la noche en la cama y él está jugando. Estamos en una cena con amigos y él está jugando bajo la mesa”.
Obviamente la chica ya estaba un poco fastidiada, sin embargo el lerdo muchachón vio que se le iba el amor y utilizó su gusto por los Pájaros; entró en contacto directo con personal de Rovio para que ellos (que seguramente no tienen otra cosa mejor que hacer) le echaran la mano en una muy original propuesta de matrimonio:
La hizo intentar derribar a los cerditos verdes y justo cuando Melissa consiguió llegar al nivel tres… apareció el mensaje “Cásate Conmigo”.
“Recuerdo que estaba ahí mirando porque en realidad no entendía que significaba eso. Él estaba arrodillado allí en el restaurante y yo solo empecé a llorar, era increíble”.
Así una historia más de amor videojuegos y chamacos algo raros… lo bueno es que no era fan de Pole Dance Hero, no hubiera sido muy buena idea intentar lo mismo.
