Pueden echarse unos buenos redobles, hacer malabares con las baquetas y demás parafernalia, pero un buen baterista es capaz de emocionar al público con sólo hacer su chamba sin que ninguna cosa lo desconcentre.
Y para darles un ejemplo de lo que es un baterista cumplidor, sólo basta ver lo que hizo Patrick Wilson de Weezer, quien además de darle a los tambores para interpretar “Beverly Hills”, se dio tiempo para jugar con el público y cachar un frisbee que un fan arrojó al escenario.
La sencilla acrobacia –en apariencia- hizo que el respetable explotara en júbilo, desconcertando un poco al vocalista Rivers Coumo, quien ha de haber pensado “estoy rifándome como los grandes”, sin imaginar que los aplausos eran para su colega.
Por cierto, la banda originaria de Los Angeles anunció que este año lanzará nuevo material, esto después de cuatro años de ausencia.
Y esta es la cámara del baterista, video que subió Weezer
