Buena idea: Festejar el cumpleaños de tu amigo, organizándote con tus amigas para llevarle un pastel, globos y bengala de esas que sacan unas chispas, centellas y se ven bien padres.
Mala idea: Posar para una fotografía, olvidándose de que hay cosas que no deben mezclarse… como el fuego y el hidrógeno.
Y pues pasó esto…
Como dicen las tías, por fortuna “todo quedó en un susto” y fuera de unos cabellos chamuscados y el olor a pollo quemado, ni el muchacho buena onda ni sus amigas sufrieron ningún daño.