Típico. Sospechas que en tu casa hay un fantasma. Instalas una cámara de video para captar algún fenómeno paranormal y lo que en realidad grabas es… a tu novia poniéndote el cuerno.
Según reporta el diario australiano The Mercury, esto le sucedió a un habitante de Tasmania, en Australia, quien desde tiempo atrás era aficionado a las historias de fantasmas. Su obsesión lo llevó a una noche colocar una cámara para grabar fenómenos extraños o inexplicables.
A la mañana siguiente se puso a revisar las imágenes. En algún momento vio movimientos fuera de lo normal y se emocionó. Seguramente se imaginó mostrando su video en programas de televisión o hasta fundando su propia agencia de Cazafantasmas.
Para su desgracia, el encanto se rompió cuando descubrió que lo captado por la cámara fue a su novia (con la cual ya llevaba 11 años de relación) echándose un fax en actitud muy cariñosa con un joven.
Uno pensaría que esto en sí ya es muy desafortunado. Pero esperen, eso no fue lo peor, sino que “el Sancho” era el propio hijo del fallido cazafantasma, de sólo 16 años.
En el video se veía cómo ambos se besaban y abrazaban de forma apasionada. Como era de esperarse, el cornudo armó un escándalo. Llegó la policía y la novia-madrastra-amante confesó que todo empezó cuando ella y su hijastro hablaban sobre el permiso de conducir del joven. De ahí comenzaron unas cosquillitas y luego unos besos.
Lo malo es que en el juicio, el adolescente soltó la sopa y admitió haber tenido sexo con la novia de su padre por lo menos en tres ocasiones. Después las investigaciones revelaron que el joven y la mujer también se habían encontrado durante seis días seguidos en un hotel.
Esto ocurrió en octubre, pero el caso apenas salió a la luz pues el juicio está por concluir y la mujer podría pasar hasta 8 años en prisión, debido a que la edad legal para tener sexo consensuado en Australia es de 17 años. Ley que por cierto, ella dijo desconocer.
Debido a que el caso aun sigue en proceso, los nombres de los implicados no ha sido dado a conocer. Por lo pronto, en tierras australianas ahora hay una polémica por este caso, pues muchos alegan que estos encuentros íntimos fueron consentidos por el menor.
Ni modo, por eso dicen que “el que busca fantasmas encuentra a su novia poniéndole con otro”.