Y ahora, otra nota pintoresca ocurrida en China, país que junto con Rusia y México parecen estar situados en un universo paralelo debido a la cantidad de cosas increíbles y surrealistas que suceden en ellos.
En esta ocasión, varios chinos tuvieron que ver una película porno mientras esperaban la llegada de su tren. Los viajeros que se encontraban en una estación de la provincia de Jilin, al noreste de China, vieron en las pantallas gigantes la proyección de algunas escenas de la película “La Leyenda Prohibida: Sexo y Palillos”.
(No hemos visto la película, por lo tanto no podemos decirles si está buena o no. ¿Alguno de nuestros lectores la recomienda?)
Señores, señoras, señoritas, adolescentes, bebés, niños y viejitos. Nadie quedó exento de ver escenas de contenido sexual que sorpresivamente invadieron las pantallas de aquella estación, causando emoción en unos, indignación en otros y por supuesto, un gran alboroto. Y es que uno cómo sea, pero ¿y las criaturas?
No crean que esto fue planeado por el gobierno chino, caracterizado por prohibir casi todo. Lo que sucedió fue que un trabajador apellidado Yuan, reparaba el sistema de pantallas de la estación. Mientras lo hacía se le hizo fácil echarse una película porno en su computadora. Por la calentura o probablemente por olvidadizo, no se dio cuenta que su computadora estaba conectada a la señal que se enviaba a los televisores… y pues ya se imaginarán.
La proyección duró unos diez minutos, tiempo suficiente para que los viajeros vieran una que otra escena picante, escucharan la música que acompaña estás películas y oyeran uno que otro gemidillo.
Cuando las autoridades de la estación se dieron cuenta de lo que sucedía, fueron a pedirle al pobre Yuan (seguramente lo agarraron con las manos en la masa) que desconectará su computadora del sistema de televisión. Dicen que al verse sorprendido estaba tan apenado, que su primera reacción fue aventar el disco por la ventana.
Este pequeño error podría mandar a Yuan a la cárcel, pues de acuerdo a la prensa China, la Policía ya inició una investigación sobre lo ocurrido y el inculpado podría pasar hasta dos años en prisión por andar divulgando pornografía, lo cual es muy penado por la ley china.
Como dato cultural para que lo comenten en su próxima reunión familiar:
“La Leyenda Prohibida: Sexo y Palillos” con la que Yuan se divertía, está basada en “La ciruela en el jarrón de oro”, un clásico de la literatura erótica china. Su trama gira alrededor de las aventuras jariosas de Ximen Qing, un donjuán corrupto miembro de la dinastía Song del siglo XII. Esta novela estuvo prohibida por siglos en China pues era considerada como pornografía.
Actualmente ya se puede conseguir, incluso en 1939 fue traducida al inglés, por si alguien quiere leerla. Sin embargo, la película sobre esta novela está prohibida. Fue producida en Hong Kong y se considera “mucho más explícita” que el libro.
Abusados, mejor vean sus películas porno a la antigüita: encerrados con doble seguro en su cuarto, en su video VHS y con el volumen bajito.