La falta de pericia de un piloto provocó un absurdo accidente, que por fortuna no tuvo consecuencias trágicas.
Bañistas de una playa de Puerto Morelos, Quintana Roo fueron testigos de cómo un helicóptero se llevó de corbata un inflable en el que niños se encontraban rebotando, esto luego de que el aparato voló a una altura más baja de lo normal.
La nave policiaca forma parte del operativo irónicamente nombrado “Proximidad social”, con el cual el helicóptero Black Hawk ha realizado maniobras sin mucho éxito, ya que además de este incidente que -como podrán ver y oír- causó la molestia de los visitantes, también provocó destrozos en un complejo comercial de la ciudad.
“No tenemos ningún reporte oficial sobre los hechos. Si hubiera habido algún lesionado, tendríamos algo oficial”, palabras del titular de la Dirección Municipal Protección Civil regional, Félix Díaz Villalobos… así que hagamos de cuenta que no pasó nada.