Hoy se estrena en cines La Dictadura Perfecta, los ojos de la televisora que se puede sentir aludida con esta película están puestos en el director, Luis Estrada, con quien tuvimos la oportunidad de hablar de la pertinencia de su película en temas actuales como la masacre de Tlatlaya y los normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, además de compartirnos su percepción de cómo han cambiado él y su entorno durante los últimos 30 años.
Aquí la entrevista:
Y la transcripción por si no tienen bocinas:
¿Cuál fue el detonante para hacer la dictadura perfecta?
Te mentiría si dijera que hay un hecho en específico, un hecho en particular, te mentiría si te dijera que un día tuve una iluminación divina o una epifanía porque las ideas no llegan así, son mucho más complejas. Pero en La Dictadura Perfecta el ser testigo de ciertos hechos de nuestra historia reciente, el ver cómo la TV se volvió un factor determinante en el posicionamiento de un candidato a la presidencia […] sin tener una bola de cristal, decidimos imaginar que esa historia ya había ocurrido, la película la escribimos en el 2011, el guión lo terminamos antes de la elección presidencial y decidimos hacer una apuesta más arriesgada de hablar no sólo de ese hecho, de cómo la TV puede tener el poder y la fuerza para poner un presidente, sino si eso se va a convertir en un modelo que otros políticos van a querer seguir y no nos equivocamos […] Hubo un factor también, el inminente regreso del PRI al poder, no solamente era un candidato cualquiera, era el candidato del PRI, entonces la película imaginó ¿cómo iba a ser esta Dictadura Perfecta en el S.XXI? ¿Cómo se iban a modificar los balances de poder?
¿Cómo le hacemos para ver con humor cosas como la relación entre Televisa y la Tuta?
No es un invento mío, es un invento que tiene tantos años con el hombre desde que existe el drama o el teatro. La sátira tiene que ser descarnada, ácida, debe de tener humor para desnudar al poder y a los poderosos, yo creo que te permite ser un vehículo de comunicación de ideas mas eficaz […] yo creo que la risa tiene un motor para empujarte a la catarsis y a la reflexión, más poderoso que el puro discurso retórico que te puede dar un lenguaje más cercano a la realidad.
Además de corrupción, narcotráfico y poderes fácticos en México ¿qué le falta denunciar en sus películas?
Lo que me ha pasado es que los temas me han ido escogiendo a mí, yo espero que el próximo tema que me escoja sea una hermosa y romántica historia de amor, pero no lo sé.
¿No le preocupa que la audiencia perciba a la televisora como un monstruo contra el que no se puede combatir?
Mi película no es educativa, es una visión critica que no espero que comparta todo el mundo, pero es mi punto de vista, el retrato que la película hace del poder, es suficientemente ácida dura y crítica, pero el cine no tiene ese poder para convencer a las personas para que cambien su forma de percibir.
¿Qué caja china funcionará para casos como los normalistas desaparecidos en Ayotzinapa o la masacre en Tlatlaya?
La que trataron de aplicar como de una chistera sacaron y además curiosamente se uso la misma fórmula uno que es muy mal pensado dice ¡Uy no tendrán a todos los capos guardados en un resort en los Cabos y los sacan cada vez que hace falta!, pero si esta caja china forma parte de la manera de actuar de los políticos y los medios, pero a veces la realidad es tan fea, tan horrorosa y tan apabullante que ni estos recursos desesperados de publicitar que ya atraparon al milésimo capo más poderoso de todos los tiempos logran desviar la atención de estos temas.
¿Qué tan distinto era Luis Estrada y la realidad que vivía hace 30 años?
Yo era muy distinto y el país coincidamos en que yo era mejor hace 30 años y el país también, pero era una persona más optimista, con más esperanza, la realidad me ha vuelto más pesimista, pero tengo la obligación y la responsabilidad de no perder la esperanza, soy padre de dos muy hermosos y encantadores niños a los que me gustaría dejarles un mejor país.
La Dictadura Perfecta ya está en cines, vayan a verla.