Ocho nominaciones a los Oscar y 41 premios cosechados a través de diversos festivales y publicaciones son suficientes para convertir The Imitation Game en una de las cintas obligadas del año, y lo merece.
La película de Morten Tyldum se mueve con versátiles saltos entre el thriller de espionaje, la historia de amor, la reflexión ética y el drama histórico sin caer nunca en exageraciones. Es quizá el perfecto balance de géneros, montados quirúrgicamente con un ritmo que crece y decrece de manera acompasada lo que convierte a The Imitation Game en un película muy particular.
Benedict Cumberbatch encarna a Alan Turing en esta adaptación de The Enigma, biografía novelada escrita por Andrew Hodges sobre el inventor de la brillante idea que finalmente se materializó en lo que hoy conocemos como computadoras. Turing es reclutado por el ejército inglés para cumplir una importante misión: encontrar el método definitivo para descifrar el código nazi.
Mientras Turing se concentra en llevar a cabo una tarea a primera vista imposible (el código cambia todos los días, por lo que el método tendría que incluir una máquina autoajustable para seguirle el paso), podemos ver también aquella infancia en la que el tímido genio descubriera el más polémico de sus secretos: su homosexualidad. Una dura y conservadora Inglaterra en la que ser gay era delito es el contexto en el que el héroe de guerra teme también por su propia vida y su trabajo.
Cumberbatch, nominado al Oscar, hace gala de su versatilidad una vez más tras venir de un excelente papel de villano en la última entrega de Star Trek y del excesivamente confiado Sherlock Holmes en la reciente serie de la BBC. Tartamudo y cabizbajo, construye en esta cinta un personaje complejo y conmovedor que levanta la empatía de público justamente por su extrañeza. Le acompañan Keira Knightley (también nominada) y Matthew Goode en papeles igualmente brillantes, el soporte humano de Turing.
La ambientación es perfecta. Desde el peinado indicado hasta el diseño de la máquina desarrollada por Turing, convertida casi en un ser vivo gracias al impresionante trabajo de fotografía, el trabajo ha valido a la cinta también la nominación en diseño de producción. El detalle viene acentuado y cobra magnitudes épicas gracias a la música de Alexandre Desplat, famoso por su atino y sutileza en cintas como The King’s Speech, The Curious Case of Benjamin Button y Argo.
Tanto para los amantes de la historia, la lógica y la computación, como para aquellos que disfrutan las cintas policiacas inteligentes o los dramas bien sostenidos que no se dejan llevar por el camino fácil, The Imitation Game es, sin lugar a dudas, una de las películas que no podemos perdernos durante esta temporada de alfombras rojas.
The Imitation Game llega el día de hoy a las salas de nuestro país. Consulta carteleras, compra tus palomitas y prepárate para ver una de las mejores cintas del año.