Según una encuesta la Facultad Latinoamericana de la Ciencias Sociales (Flasco), una parte importante de la juventud mexicana aspira a ser como o se identifica con los narcos y sicarios.
En la encuesta realizada a mil cuatrocientos jóvenes de secundaria, en 8 estados de la República, se descubrió que el 26.3 por ciento de los amigos o conocidos de su edad aspiran a ser o a parecerse a narcotraficantes.
Otras respuestas mostraron que el 17 por ciento quiere ser un empresario, 12.4 aspira a parecerse a su profesor, 10.7 le gustaría unirse a las filas de los militares o la policía, otro 4.4 por ciento prefirió ser funcionario público y 1.4 consideró como opción ser un migrante. Finalmente, la mayoría, 39.7 por ciento, no quiso ninguna de las opciones anteriores.
El dirigente de la investigación, José del Tronco, agregó que son buenas noticias ver que los jóvenes aspiren a ser empresarios, sin embargo, resulta alarmante que casi una cuarta parte de la juventud que entrevistaron haya preferido a los narcotraficantes como modelo a seguir.
Además, la encuesta encontró que sólo el 32.1 por ciento de los jóvenes ve su escuela como un lugar seguro. Mientras que el 72.2 dice que su hogar es un espacio que les brinda seguridad.
Los estados donde se realizó la encuesta fueron seleccionados para incluir la representatividad de toda la República. Las entidades donde fueron los muchachos de la Flasco son Baja California, Chihuahua, Colima, Durango, Estado de México, Guerrero, Tabasco y Tamaulipas.
Haciendo una revisión más específica por estado, la Flasco encontró que 24.4 de los jóvenes en Colima creen que a sus conocidos les agradaría parecerse a los sicarios. En el Estado de México, sólo el 1.4 por ciento opinó lo mismo que en Colima. Sin embargo, el 15.3 por ciento en Colima y 13.2 en el Estado de México ven el narco como actividad aspiracional.
Según Roberto Méndez Cervantes, psicólogo involucrado en la investigación, los jóvenes son seducidos por la imagen del sicario por el poder y dinero que representa. Pero aquellos que son atraídos por la figura del profesor lo deben a una imagen de autoritarismo y no confianza que tienen de ellos.
En encuestas a figuras de autoridad –directores, profesores, prefectos– se agregó que la mayoría de las comunidades viven en ambientes violentos.
Finalmente agregaron al estudio que, durante las encuestas, los jóvenes reconocieron que los criminales han ganado reconocimiento por aportar y ayudar a su comunidad. Incluso, se han llegado a “institucionalizar”, pues los integrantes de una banda ya son reconocidos y respetados, y hasta llegan a portar logos del grupo al que pertenecen.
***Vía El Universal