Hace unas horas, el servicio ferroviario en la estación principal de Berlín se vio suspendido debido al hallazgo de una bomba de 100 kilogramos, la cual data de los tiempos de la Segunda Guerra Mundial.
El artefacto estaba cerca de la estación principal de trenes de esa ciudad, por lo que no sólo se evacuaron las instalaciones ferroviarias, sino también los edificios aledaños. Debido a esto, los viajes sufrieron retrasos y cancelaciones para permitir que expertos en explosivos pudieran desactivar el explosivo sin poner a los civiles en riesgo.
Aquí la bombita:
En esa estación, inaugurada en el año 2006, cada día pasan hasta 7.000 mil pasajeros y 1.100 trenes, por lo que ya podemos imaginarnos el relajo que se armó.
Sin embargo, esta situación no es nueva. En Alemania continuamente son halladas bombas sin explotar. En este caso, el artefacto fue encontrado mientras se realizaba una inspección de rutina previa a la excavación de un terreno.
Lo malo es que debido al paso de los años y al deterioro por corrosión, desactivar estos aparatos es cada vez más difícil. Cuando esto sucede, se realizan explosiones controladas, como las que el año pasado se llevaron a cabo en ciudades como Munich y Viersen, y que causaron daños a varios edificios circundantes.
Qué bien que en este caso la bomba fue detectada a tiempo, evitando así una desgracia.