Por alguna razón recordamos La Casita del Horror donde Homero Simpson viaja en el tiempo: Científicos encontraron la primera evidencia de un dinosaurio con tos y fiebre. Sí, según un estudio que publicaron, se trataba de un joven dinosaurio de cuello largo, el cual deambulaba enfermo por lo que ahora es el suroeste de Montana, en Estados Unidos.
Encuentran la primera evidencia de un dinosaurio con tos
Fue en la revista Scientific Reports de Nature que científicos dieron a conocer que encontraron la primera evidencia de un dinosaurio con tos en un fósil que tiene unos 150 millones de años de antigüedad. Según los expertos, se trataba de un cuello largo que andaba tosiendo y con fiebre por Montana.
Así es; en el fósil de un dinosaurio apodado “Dolly” se encontró lo que podría ser la primera evidencia de una infección respiratoria en un dinosaurio. Se trataba de un herbívoro con cuello largo que medía más o menos 18 metros de largo y que tenía entre 15 y 20 años de edad cuando murió (¡todo un jovenazo!).
De acuerdo a Cary Woodruff, autor principal del estudio y director de paleontología en Great Plains Dinosaur, Museo en Malta, Montana, los restos fósiles del dinosaurio con tos, incluyendo un cráneo completo y las vértebras de su cuello, se descubrieron por primera vez en 1990, lo que también provocó que se encontraran más dinosaurios enterrados.
Fueron Woodruff y sus colegas los que decidieron echarle un ojo a tres de los huesos del cuello de Dolly y fue así que descubrieron protuberancias óseas poco normales con forma y textura irregulares.
¿Cómo descubrieron la infección respiratoria?
Pues fíjense que los expertos usaron imágenes de tomografía computarizada para darse cuenta de que el crecimiento óseo anormal posiblemente se formó por una infección en los alvéolos del dinosaurio, el cual tenía un sistema respiratorio un poquito complejo, ya que los sacos de aire estaban conectados a sus pulmones.
Por esta razón, los científicos creen que Dolly desarrolló una infección respiratoria dentro de sus sacos de aire y luego la infección se propagó a los huesos de su cuello. “Durante los momentos de trauma, el hueso puede crecer bastante rápido, así que me imagino que, en general, estamos viendo una infección prolongada que ocurrió en algún momento durante el último año de vida de Dolly”, explicó Cary Woodruff a CNN.
“Todos hemos experimentado estos mismos síntomas: tos, dificultad para respirar, fiebre, etc., y aquí hay un dinosaurio de 150 millones de años que probablemente se sintió tan miserable como todos nosotros cuando estamos enfermos”, comentó la experta.
Por último, creen que este dinosaurio pudo enfermarse por una infección por hongos parecida a la aspergilosis, una enfermedad respiratoria normal en aves y reptiles actuales que puede provocar infecciones óseas.