Buenas noticias en la búsqueda por curas eficientes para el cáncer.
Un grupo de científicos estadounidenses dirigidos por el genetista Adrian Krainer descubrió una molécula que obliga que el cáncer no se extienda y las células cancerígenas se suiciden.
¿Cómo pasa esto? Pues Krainer y su equipo descubrieron mientras atendían un cerebro con tumor que las células cancerígenas crean una proteína que les permite extenderse a un ritmo mayor que el de las sanas. Las células cancerígenas necesitan muchas de estas proteínas para extender la enfermedad.
El equipo de científicos presentó una molécula que detiene la producción de la proteína y hace que las células cancerígenas se comporten como una sana. Al comportarse de ese modo, las células se suicidan, esto ocurre porque una célula sana, cuando se enferma, se suicida.
Todavía es una etapa muy temprana para que se empiece a celebrar el hallazgo pero de ser tan buena como suena se puede convertir en una terapia para combatir cualquier tipo de cáncer.