¿Eres tú, Patricio Estrella? Resulta ser que un arqueólogo dio a conocer que encontraron una estrella de mar en el mismísimo Templo Mayor, el cual está en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Sí, según el experto, es la que en mejores condiciones han hallado en este lugar histórico.
Encuentran estrella de mar en el Templo Mayor
De acuerdo con el arqueólogo Leonardo López Luján, el pasado martes 1º de marzo encontraron una estrella de mar en el Templo Mayor de la Ciudad de México. Fue por medio de sus redes sociales, justamente en su perfil de Twitter, que el experto presumió que es el mejor vestigio de este animal que han encontrado, pues está en muy buenas condiciones.
Además, dijo que esta estrella de mar es un ejemplar de Nidorellia armata, la cual habita en el océano Pacífico. También, según él, es la más completa y articulada que han encontrado en este sitio arqueológico mexicano.
“En estos momentos está apareciendo este maravilloso ejemplar de Nidorellia armata (Pacífico), la estrella de mar más completa y mejor articulada que jamás hayamos visto en nuestras excavaciones en el Templo Mayor. La descubren Miguel Báez y Tomás Cruz (PTM)”, escribió el arqueólogo en su publicación.
¿Cómo llegó esta estrella de mar hasta la CDMX?
Ya por último, el arqueólogo Leonardo López Luján publicó una fotografía de como se ve la estrella de mar cuando está viva y en su hábitat natural. Incluso contó que en inglés la suelen conocer como “choco chip” por su apariencia de colores amarillo y negro.
Lo más interesante de todo esto es que el experto explicó que los antiguos mexicas solían traer estas estrellas de mar desde las costas del Pacífico, las cuales les quedaban a más de 300 kilómetros de distancia de Tenochtitlán.
Así son vivos los ejemplares de esta especie, conocida vulgarmente en inglés como “choco chip”. Los mexicas las importaron desde costas que se encontraban a más de 300 km de distancia de la antigua Tenochtitlan! pic.twitter.com/3EEjgUnXnY
— Leonardo López Luján (@LeoLopezLujan) March 1, 2022
“Los mexicas las importaron desde costas que se encontraban a más de 300 km de distancia de la antigua Tenochtitlán”, dijo por último.