Ahí tienen que un grupo de arqueólogos realizaban algunas investigaciones en Sonora y de pronto ¡zaz! que se encuentran con un extraño cráneo con forma de Alíen.
Sí, como los de las películas…
El hallazgo fue hecho en un antiguo cementerio cercano al pequeño pueblo de Onavas. De acuerdo las investigaciones, el cráneo tiene unos mil años de antigüedad.
¿Son los restos de un extraterrestre?
Para nada. Según la arqueóloga Cristina García Moreno, de la Universidad Estatal de Arizona y quien dirige la investigación con la aprobación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), este cuerpo presenta evidencias de deformación craneal, práctica usada en la antigüedad para diferenciar las distintas clases sociales.
“La deformación craneal en las culturas mesoamericanas se utilizaba para diferenciar un grupo social de otro, y con fines rituales”, comentó.
La deformación craneal era una práctica de alto riesgo que se realizaba con soportes de madera, en donde los involucrados incluso podían morir debido a la fuerza excesiva con la que se apretaban los huesos de la cara. Solía llevarse a cabo en bebés, pues el cráneo de estos podía ser moldeado más fácilmente.
¡Ouch!
Hasta ahora se han encontrado 25 cuerpos en el cementerio, de los cuales 13 presentan deformación craneal intencional, y cinco mutilaciones dentarias (la cual se llevaba a cabo después de los 12 años, y era vista como un rito de paso a la adolescencia). Este descubrimiento es el primero de su tipo en la región.
“Este hallazgo es único, y muestra una mezcla de las tradiciones de los diferentes grupos del norte de México”, comentó.
Algunos cuerpos usaban objetos ornamentales como brazaletes, pendientes o collares hechos con conchas marinas, los cuales nunca se habían presentado en la región, y que amplían el margen de influencia que los pueblos Mesoamericanos tuvieron hacia la región norte de México. Incluso, en uno de los entierros había un caparazón de tortuga colocado cuidadosamente sobre el abdomen de uno de los cuerpos.
Para García Moreno, aún queda mucho por investigar al respecto:
“No hemos sido capaces de determinar por qué algunos no llevaban adornos y otros sí, o por qué de los 25 esqueletos sólo uno era mujer.”
¡Qué tal! Es inevitable no asombrarse cuando uno lee acerca de las culturas prehispánicas de nuestro país.