Una historia similar a la protagonizada por pescadores mexicanos… tan increíble que muchos dudan de su veracidad.
Desde finales de 2012, José Salvador Alvarenga salió de un puerto de Chiapas, pero nunca regresó. Sus familiares y amigos lo daban por muerto, pero el pasado 30 de enero fue hallado y rescatado por habitantes de las Islas Marshall, ubicadas en el Pacífico Sur… unos 9 mil kilómetros de distancia del punto de partida.
El pescador, que dice no recordar su edad, en un inició se pensó era mexicano; sin embargo después se confirmó por medio de un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores que José era salvadoreño nacido en Garita Palmera, Ahuachapán.
La comunidad internacional no pudo evitar colocar sus ojos en el caso de Alvarenga, ya que de acuerdo con el pescador, durante el año que estuvo a la deriva por el Océano Pacífico sobrevivió gracias a comer animales salvajes, beber agua de lluvia y –si hacía falta- también se echaba sus traguitos de sangre de tortuga.
“Estoy vivo, estoy vivo, no puedo creer que estoy vivo”, comentó al Daily Mail el supuesto superviviente que lejos de presentar daños físicos provocados por las inclemencias del clima –que seguramente pasó- o algún problema físico, sólo muestra una larga barba y una salud un tanto frágil, pero en recuperación.
De acuerdo con lo narrado por Alvarenga, partió desde Chiapas en una pequeña embarcación con la intención de pescar; el viaje lo realizó con un amigo, el cual por desgracia murió durante los meses que estuvieron a la deriva. Tras meses de estar extraviado fue encontrado con vida el jueves pasado en el lejano atolón coralino de Ebon, en las Islas Marshall (región de Micronesia), vistiendo apenas un calzón hecho jirones.
“Me levantaba esperando a patos, pájaros que vinieran a mi lancha. Los pajaritos empezaban a rascar, los agarraba y me los comía. Pensaba que iba acabar loco, que no iba a conocer a la gente. Miraba a mi papá, miraba a mi mamá, miraba a mis hermanas, pero eran imaginaciones.
(…) No pensaba en morirme, pensaba que iba a salir, fuerte. Pero en dos ocasiones me quise matar, agarraba el cuchillo cuando no había agua ni comida.”
Al principio el propio pescador se identificó como mexicano, por lo que la SRE se hizo cargo del asunto, pero tras conversaciones sostenidas con el propio naufrago, éste reveló su verdadera nacionalidad, por lo que después de ayudarlo en su recuperación, se apoyará su repatriación a El Salvador, aunque Alvarenga señaló que su última residencia se encuentra en Costa Azul, Tonalá, Chiapas, México.
“Para mí es difícil imaginar a alguien que haya sobrevivido por 13 meses en el mar”, dijo el embajador de Estados Unidos en las Islas Marshall Tom Armbruster, “pero también es difícil imaginar que alguien llegue a Ebon de la nada. Lo cierto es que este hombre ha pasado por una dura prueba y ha estado en el mar por mucho tiempo”.
Después del impacto inicial al ver al buen José con una barba digna de chairo coyoacanense, este ahora famoso naúfrago fue afeitado y ahora muestra un nuevo look:
“Ahora me siento como un hombre nuevo”, comentó al verse en el espejo. Definitivamente rejuveneció, aunque en nuestra humilde opinión se veía mejor con un estilo más rockerón. ¿o no?
*Vía El País, CNN, La Jornada / Fotografía: Hilary Hosia (AFP)