Lo que necesitas saber:
Un grupo de expertos fue a una expedición en la Antártida y encontró más de 500 pingüinos muertos.
Un grupo de investigadores encontró 532 cadáveres de pingüinos en la Antártida, de los cuales 172 eran adultos. El informe explica que anteriormente se encontraron cadáveres pero no se contaron, por lo que el total debe ser de miles.
Pero ¿por qué murieron las aves? Los expertos de la Universidad de la Federación de Australia están analizando si la responsable es influenza aviar del subtipo H5.
Encontraron pingüinos muertos en la Antártida
El informe publicado por la Universidad de la Federación de Australia explica que hasta ahora las escúas son el tipo de ave que han resultado más afectadas y los altos niveles de mortalidad muestran que puede haber consecuencias a largo plazo para su conservación. Son primas de las gaviotas.
El pasado 13 de marzo una expedición fue hasta la Península de la Trinidad y el Mar de Weddell del Norte.
En el lugar el equipo de expertos realizó una evaluación preliminar de aves enfermas y luego tomó muestras para las pruebas de influenza aviar. Esto incluye muestras de especímenes vivos y muestras fecales.
Se examinaron 10 áreas densas de vida silvestre entre las islas Shetland del Sur, el Mar de Weddell del Norte y las Islas Danger.
La presencia de influenza aviar se confirmó en varias muestras de laboratorio, específicamente en cadáveres de escúas. Pero no es todo.
En la isla Heroina, en el primer lugar de desembarco, encontraron 532 cadáveres de pingüinos Adelia, de las cuales 172 eran adultos.
“Este elevado número, así como la detección de tantos cadáveres de adultos, sugiere que aquí se produjo un evento de mortalidad inusual“, se lee en el comunicado.
Si bien el equipo de expertos sospechó que esto fue causado por influenza aviar, la presencia del virus aún no está confirmada, por lo que se van a hacer más pruebas para determinar la causa de muerte.
“Estos datos ayudarán a comprender cómo se ha propagado el virus en el tiempo y el lugar. Además, se analizarán tejidos de cadáveres infectados para comprender cómo el virus causa enfermedad y muerte y ayudar a comprender qué tejidos son los más adecuados para la detección del virus“, se lee.