Esta nueva credencial para votar costó casi $9 pesos, tiene 25 elementos de seguridad y la foto es de alta resolución.
Se fabricarán de 61 a 68 millones de tarjetas, con costo de casi nueve pesos cada plástico, según la presidenta del Consejo General del Instituto Federal Electoral.
Las empresas encabezadas por Giesecke y Devrient, recibieron entre 520 a 607 millones de pesos por elaborar estas credenciales.
Dicho documento, cuenta con ocho medidas de seguridad adicionales a las 17 con las que ya contaba, y se destaca el reposicionamiento de la fotografía de alta resolución, un código de barras, un código bidimensional cifrado y un código de Zona de Lectura Mecánica (como el de los pasaportes).
Incluye tres fotografías: la clásica en la que nunca sales bien, otra foto fantasma del lado derecho y una fotografía en tinta V, que no se distingue a simple vista, sólo con luz ultravioleta.
La producción de esta credencial inició el 25 de noviembre en la empresa Giesecke y Devrient de México, con etapa inicial de 45 mil tarjetas diarias.
No incluye baterías, ni código de barras de Soriana.