Los jóvenes encapuchados que tuvieron ocupadas las instalaciones de Rectoría durante 12 días, decidieron cancelar las mesas de diálogo con autoridades, que se tenían programadas para hoy.
José Narro Robles, rector de la Universidad Autónoma de México, señaló en días pasados que los encapuchados que tomaron Rectoría, dañaron sus oficinas.
Un grupo de estudiantes ya sin capucha, cerraron el auditorio Antonio Caso de Ciudad Universitaria, donde tenía programada una mesa de diálogo este jueves a las 13:00 horas, después de señalar a los medios como mentirosos, anunciaron que se cancelaba el diálogo hasta que de manera conjunta acordaran las reglas, establecieran mesas de trabajo y definieran en qué términos se discutirían las reformas al plan de estudios del CCH. En su mensaje expresaron que el conflicto del CCH se agrava y las autoridades se niegan a avanzar en su pliego petitorio de 12 puntos, además de que quieren reprogramarlo para agosto porque ya casi es fin de semestre y temen que hay poca participación de la comunidad universitaria.
Los estudiantes reprogramaron el diálogo para el jueves 16 de mayo con autoridades de la UNAM, el abogado general de la UNAM reiteró la disposición de las autoridades del la institución a efectuar el diálogo.
Los jóvenes informaron que se mantendrán en las inmediaciones del auditorio para organizarse en pequeños grupos con “asesoría”, de personas que han participado en movimientos estudiantiles.
Al no tener un proyecto consolidado, al ser un movimiento que no va más allá de las exigencias de una minoría, lo único que se logró fue una interrupción temporal de actividades y el desprestigio del propio movimiento. El problema con este tipo de activismo impulsivo, es que las demandas estudiantiles son controladas por una minoría que impone a través de la violencia sus puntos de vista a todos los demás y la aleja de los objetivos inicialmente planteados.
