¿Piensan que por ser época navideña los problemas descansan? Pues no. Si bien durante las últimas semanas se han dado en conocer en los Estados Unidos los abusos que la policía realiza en contra de los ciudadanos –sobre todo afroamericanos-, en esta ocasión fueron las autoridades quienes resultaron ser las víctimas.
Ayer, dos agentes de la policía de Nueva York fueron asesinados en un tiroteo registrado en el barrio de Brooklyn. El agresor –que actuó mientras los policías estaban realizando un patrullaje por la zona- después de cometer el crimen se suicidó. Eric Schneiderman, fiscal del estado, a la vez que ofreció sus condolencias a los familiares de las víctimas, calificó a lo ocurrido como “un acto de violencia extrema”. Aún se desconoce cuáles fueron los motivos que llevaron al agresor a cometer su crimen.
Según reportan los medios locales, los agentes se encontraban a bordo de su patrulla cuando el agresor les disparó a quemarropa. Luego de cometido el ataque, el sujeto escapó a pie hacia una estación del Metro de la ciudad, donde se suicidó disparándose en la cabeza.
“Brinsley se disparó en la cabeza. Se quitó la vida. Encontramos un arma plateada semiautomática cerca de su cuerpo”, señaló en conferencia William Bratton, comisionado de Policía. El agresor fue identificado como Isamaaiyl Brinsley, integrante de una pandilla de Baltimore y que anticipadamente habría anunciado en redes sociales sus intenciones criminales. Brinsley contaba con 28 años.
Aún se desconoce cuáles fueron los motivos que llevaron a Brinsley a cometer el crimen. “Fueron asesinados a balazos, sin advertencia, cuando estaban sentados en su patrulla en Brooklyn (…) Fueron simple y llanamente asesinados”, señaló Bratton, quien confirmó que Bratton confirmó que Brinsley realizó declaraciones en internet “muy graves” contra la policía, pero no proporcionó detalles.
“Los agentes que sirven y protegen nuestras comunidades arriesgan su propia seguridad por nosotros cada día, y se merecen nuestro respeto y gratitud cada día (…) Esta noche, pido a la gente que rechace la violencia y las palabras dañinas, y se vuelva hacia palabras que curen: oraciones, diálogo paciente y simpatía para los amigos y familiares de los caídos”, señaló mediante comunicado el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, quien se encuentra de vacaciones en Hawái.