Una de las entidades en las que más movilizaciones se han dado en los últimos meses es Guerrero, – y no sólo por el caso Ayotzinapa- sin embargo, para el gobernador Rogelio Ortega éstas no tienen razón de ser, ya que aunque no ha resuelto nada, sí pone atención cuando de oír reclamos se trata. Así lo dijo:
“Es justificable la protesta cuando hay oídos sordos y cuando las puertas están cerradas, pero no es el caso de mi gobierno”.
El gober que vino al relevo de Ángel Aguirre, luego de que éste abandonara el cargo tras las críticas y señalamientos de responsabilidad en el caso de los 43 normalistas desaparecidos, echó la bolita a sus predecesores de cómo está en estos momentos el estado… así ya estaba cuando llegó, a él tampoco le gusta, pero se aguanta:
“Este es el Guerrero que tenemos; no es el que yo quisiera, no es el que yo inventé”
Las declaraciones que evidencian cierta impotencia del Ejecutivo estatal se dieron al ser cuestionado por los bloqueos de seis horas que trabajadores administrativos del sector educativo realizaron en la zona turística de Acapulco, esto a raíz de no recibir sus pagos correspondientes a la segunda quincena de enero.
Respecto a los hechos suscitados en Petaquillas –poblado perteneciente a Chilpancingo- el gobernador comentó que se propondrá algo al estilo Michoacán: institucionalizar a las policías comunitarias a fin de que “estemos en una misma sintonía, con un reglamento, con una normativa, y en colaboración con todas las instancias de seguridad”.
Regresando al tema educativo, Ortega asegura que la falta de recursos para pagar a las 11 plazas en el sector es “un asunto que no corresponde ni siquiera al gobierno que solicitó licencia (…) Se fueron entregando plazas sin techo presupuestal, sin reconocimiento de la Federación; tenemos un gran boquete económico”.
*Vía La Jornada