Como bien saben, sopicuates, ya estamos en las últimas etapas para la aprobación de las leyes secundarias de la no tan estimada reforma energética, sobre todo cuando nos enteramos que los ciudadanos terminaremos pagando la deuda de Pemex como terminamos pagando la de los bancos y el recate carretero…. todo lo pagamos nosotros. Pero, ¿cómo estará la discusión?
Los dictámenes que están discutiendo los diputados incluyen 21 normas y parten de la iniciativas que Peña Nieto envió al Congreso el pasado 30 de abril. Con estas leyes se le da forma a la reforma energética promulgada el año pasado y se cumple su principal objetivo: abrir a la inversión privada nacional y extranjera.
Recuerden que estas leyes son impulsadas por el PRI (que tiene mayoría en la Cámara de Diputados) y el PAN (la segunda fuerza en la dicha cámara). Por otro lado, las leyes son rechazadas por los tres partidos de izquierda: el PRD, el PT y MC, quienes consideran que estas leyes son una estrategia para entregar los recursos energéticos a particulares, además piden que el tema se someta a una consulta popular.
La leyes tuvieron primero que ser aprobadas en el Senado, en donde les tomó 62 horas, distribuidas en 5 días (del 17 al 21 de julio).
La Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados acordó que para la discusión, las reservas que tienen los diputados (es decir, los problemas que han encontrado en la legisalción) se agrupen por temas, en vez de que sean presentadas de una en una.
Parece que quieren evitar lo que pasó con la Telecom, en donde se presentaron cientos de reservas y al final no se discutió ninguna, solo hicieron que todos los que estuvimos viendo el debate (de más de 20 horas) perdiéramos preciosos momentos de nuestra existencia siendo testigos de que, en la Cámara de Diputados, no se discute nada, ya que la mayoría (PRI, PVEM, y PAN) mayoritean con su voto y anulan la revisión de la legislación.
Por ahora, las bancadas no han llegado a un acuerdo sobre los horarios de las sesiones, ni sobre si se fijará un hora límite para la votación de cada dictamen en lo general para pasar a la discusión particular.
Por acuerdo del PRI y el PAN tres de los cuatro dictámenes serán aprobados sin cambio alguno (así como lo oyeron), eso quiere decir que si el pleno les da el visto bueno (que es lo más seguro) pasen directamente a las manos de Peña para que sean promulgados y se hagan realidad.
El único documento al que se le quiere hacer cambios es al de las leyes de Pemex y CFE. El PRI y el PAN perfilan darle una mayor autonomía presupuestal a ambas empresas, lo que obligaría a que el dictamén regresara al Senado para que este le dé una nueva revisión.
El más polémico de los otros dictámenes es el de Presupuesto, pues plantea que el Estado asuma los pasivos laborales de Pemex y de la CFE, que suman 1.6 billones de pesos.
La reforma energética es la cereza en el pastel de reformas propulsadas por la administración de Peña Nieto. En este sentido, Manlio Fabio Beltrones expresó:
«No se trata de una reforma para afectar o despojar a nadie, sino para consolidar al país como una potencia energética, promover el desarrollo y la competitividad de la industria nacional y tener precios accesibles de luz y gas natural»
Por otro lado, en los últimos días han habido varias movilizaciones campesinas que han promovido diálogos entre ellos y el Gobierno, pues consideran que las leyes secundarias afectarán negativamente al campo mexicano, sobre todo en lo que respecta a las figuras de «ocupación temporal» y «servidumbre legal».
Ante esto, diputados priistas (uno de ellos, miembro de la Confederación Nacional Campesina), ya han analizado presentar reservas para que los titulares de los terrenos o bienes tengan derecho a que la contraprestación cubra los diversos pagos por las afectaciones a sus tierras y por daños y perjuicios. También se contempla que los propietarios reciban un porcentaje de los ingresos que se obtengan de la explotación por parte de Pemex o de los contratistas del proyecto en cuestión.
La izquierda también repudia estas leyes y han previsto una consulta popular para revertirlas en el 2015.
Jesús Zambrano, líder nacional del PRD, expresó:
«No nos vamos a detener. Ellos, PRI, PAN, pueden ganarnos las votaciones en las cámaras de Senadores y Diputados, pero no nos van a ganar con la consulta popular. Habrá consulta en el 2015 y les vamos a ganar el “no” a esas reformas en materia energética»
Alistaron sede alterna para legislar
En caso de que los legisladores de izquierda tomen la tribuna de San Lázaro, ya se tiene preparada una sede alterna en el auditorio del edificio de esa misma sede legislativa (con todo y hasta tintero para firmar).
Además se analiza establecer otra sede alterna fuera de San Lázaro.
***Vía CNN, El Universal , La Jornada