El talento mexicano es algo que muchos tienen, algunos aprecian, pero pocos conocen. Uno de los principales problemas que ocurren en nuestro país, es la falta de oportunidades y de difusión del trabajo, de las creaciones que no son reconocidas a menos que ya lleves varios años dentro del gremio o bien, que tengas contactos. Algunos tienen que abrirse camino en otros lugares, en otros países, y es en ellos donde finalmente tienen la oportunidad de experimentar y sobre todo, de crecer. De ahí es que el New York Times creó un especial de seis documentales creados por seis cineastas mexicanos en los cuales cada uno muestra su propia versión de México, de las personas, de la vida, la destrucción, la creación, el aprendizaje, el encierro, la demencia, la migración, la muerte… un sinfín de cuestiones a los que muchos ya nos encontramos acostumbrados, pero que en el mundo conocen muy poco.
De acuerdo a la publicación del NYT, México es “una ciudad que se moviliza frente al desastre” —aquí una referencia al terremoto que sacudió a nuestro país el 19 de septiembre de 2017, cuando se celebraba el aniversario del terremoto de 1985—, “una maestra que batalla para dirigir la moral de la próxima generación” — pues todos sus alumnos son hijos de pandilleros o narcotraficantes—. Estos casos, apenas son el comienzo de toda una travesía llena de matices, encuadres, fotografías y testimonios que narran historias diferentes, pero todas con un toque de familiaridad y crudeza sobre el México actual, el México moderno, el México que está emprendiendo un cambio social y político.
“Esta serie no busca retratar a México de manera abarcadora; eso sería virtualmente imposible. En cambio, por medio de estos seis documentales cortos, esperamos que la audiencia piense al país de nuevas maneras a través de la mirada de los artistas para quienes México es su hogar”, concluye el texto introductorio del especial que tiene por título “En los ojos de Mexico”.
Ciudad herida
El primer documental que se muestra, está dirigido por Santiago Arau y Diego Rabasa. Bajo el título de “Ciudad herida”, Santiago y Diego nos llevan en una travesía por drones de cómo es que quedó la Ciudad de México luego del terremoto del 19 de septiembre, fecha en la que se conmemoraban 32 años del desastre natural que ocurrió en 1985. Con movimientos de cámara que mostraban los derrumbes, de fondo se escuchan las voces, las narraciones de la prensa, los gritos desesperados de la gente, las llamadas de auxilio, los rescatistas y gente tratando de mover piedra por piedra para sacar a los damnificados. “Este documental captura la esencia de esta nueva herida en la historia de la ciudad, una fecha en la que la tierra nos dio un nuevo recordatorio de la fragilidad de nuestros cimientos”, explican Santiago y Diego.
Niños en la narcozona
Este documental de casi 10 minutos dirigido por Everardo González, retrata la vida de una maestra que, con la cara tapada, explica su dilema al tratar de instruir a unos alumnos cuyos padres o familiares pertenecen al crimen organizado de México. “¿De qué manera decirle a un niño que lo que su padre o sus hermanos hacen lastima todo el entramado social cuando ha aprendido que lo normal es la pertenencia a ese orden moral?”, se escucha a la maestra decir casi en la primera parte del documental.
Un prisionero en la familia
Alberto, un hombre con una enfermedad mental llamada Korsakoff, ha estado encerrado en un cuarto desde hace más de 20 años. A lo largo de 14 minutos, vemos los motivos por los cuales esto ocurrió y cómo es que la policía misma le pidió a la madre de Alberto que encerrara a su hijo en el patio. “La realidad que muchos mexicanos viven está directamente relacionada con el estatus económico de cada quien; desgraciadamente a nuestros protagonistas les tocó el lado amargo”, explica Indra Villaseñor Amador, encargada de dirigir este documental.
El buzo
Bajo la dirección de Esteban Arrangoiz, aparece a cuadro Julio César Cu Cámara, quien es un buzo especializado en buceo de aguas negras residuales y cuya labor ayuda a mantener funcionando el complejo de drenajes de la Ciudad de México. Él, ayuda a disminuir el riesgo de inundaciones, y por más asqueroso que este trabajo suene, a Julio César es algo que le apasiona. “México está viviendo una época de crisis humanitaria, de putrefacción, de basura. El buzo es un ejemplo de cómo el ser humano es capaz de encontrar belleza, placer y su lado más humano dentro de esa basura”, explica Esteban.
La palabra justa
Este documental es posiblemente uno de los más crueles, pues muestra a Lupita Pérez Holguín, quien es un testimonio vivo sobre aquellos que ven en ella una guía para resistir la desorientación en la cárcel debido a que no existen traductores e intérpretes que los ayuden a traducir a las diferentes lenguas que se hablan en nuestro país. Este problema, junto con el aparato judicial mexicano, no garantiza el acceso a la justicia. De ahí es que Lupita hace su labor para “tender puentes de comunicación”, y al mismo tiempo ofrecer alternativas para que exista una democracia en un México corrompido. “Su dedicación cotidiana promueve la construcción de un sistema de justicia más incluyente y eficaz ante la diversidad cultural y lingüística de México”, explica Sergio Blanco, la mente detrás de este cortometraje.
Unsilenced
Una nueva crítica al gobierno mexicano con la construcción de la presa Picachos en Sinaloa, México, lo cual dejó a seis pueblos sin vivienda y no solo eso, sino las medidas que éste tomó para silenciar a todos aquellos activistas y periodistas que buscaban un poco de justicia ante tales actos y que a su vez querían terminar con los malos tratos que tuvieron. Con una voz en off que relata la vida de Atilano Román Tirado, activista y locutor del programa de radio Así es mi tierra que murió en 2014 tras ser baleado en plena transmisión, también se cuenta cómo es que ni siquiera el gobierno respetó el panteón y los asesinatos que hubo en medio de las protestas. “En México, los criminales muchas veces utilizan los medios para hacer llegar sus mensajes e intimidar al público”, se lee en el corto, mientras que en el texto la cineasta Betzabé García escribe: “Este cortometraje busca honrar a todas las personas que han arriesgado sus vidas en la búsqueda de la justicia y el amor hacia los demás”.