Todos hacemos tonterías cuando queremos impresionar al jefe, alguien que nos gusta, los amigos y famosos. Sin embargo, nos gusta creer que existe un límite para todo.
En el club privado, Raffle, en Chelsea, un hombre no encontró su límite. Todavía no se revela la identidad, pero según el estándar que fija el club para que alguien se pueda unir, es un hombre de negocios muy poderoso.
Durante una fiesta de Halloween el miércoles pasado, este hombre se la estaba pasando tranquilo con sus amigos y unos tragos de vodka temáticos, de 30 libras cada uno. Sin embargo, después de un par de horas, el reconocido actor de Hollywood, Benicio del Toro, llegó al club.
Para festejar la llegada de tan distinguido socio, el incógnito pidió más tragos para celebrar y luego más hasta que su cuenta estaba sobre las 24 mil libras, gracias a que pidió 3 botellas de Dom Perignon, cada una de 8 mil libras.
La noche continuó y después de que Del Toro se haya retirado, pidieron la cuenta, una que les hizo la noche a los dueños del club. El total fue de 40,090.73 libras… Más de 800 mil pesos.
Como dijimos antes, es tentador impresionar a la gente, pero hay que conocer lo que es lucir lo que tenemos y lo que es un exceso.