Un adinerado ruso y hombre de negocios tuvo una de las ideas más locas –y si nos preguntan, desagradables– para pedirle matrimonio a una mujer.
Aprovechando sus recursos, Alexey Bykov le pidió a un guionista, director de cine y un stuntman que le ayudarán a preparar un accidente para poder fingir su propia muerte.
El plan era citar a su novia, Irina Kolokov en algún lugar donde pudiera ver el accidente, avisarle a la prensa y las autoridades y colocarse en el asfalto cubierto de sangre. Salió todo como se había planeado y después de que Irinia vio el accidente y se percató que su novio estaba involucrado, un paramédico se le acercó y le informó que Alexey estaba muerto.
Mientras Irina lloraba desconsoladamente, Alexey se levantó cubierto en sangre y le pidió matrimonio. Aunque Irina tenía ganas de literalmente matarlo, le dijo “sí” a su propuesta.
Una broma extrema, pero efectiva (¿será?).
A parte de torturar a su novia antes de pedirle matrimonio, Alexey agregó que la idea era fingir su muerte para probar su amor y demostrarle lo vacía y sinsentido que sería su vida sin él… Suena como una persona encantadora.