No todo fueron noticias tristes para los mexicanos el día de ayer ya que en el marco de la XVII entrega de los premios Príncipe Claus, que reconocen los méritos en la cultura y el desarrollo, el día de ayer en una ceremonia celebrada en el Palacio Real de Ámsterdam se reconoció la labor de la historiadora cultural y diseñadora mexicana Carla Fernández.
En la ceremonia se guardó un minuto de silencio en memoria de Nelson Mandela (suponemos que aquí sí fue un minuto, no como en el sorteo del mundial de futbol) y se destacó la labor de Fernández, la cual ha trabajado en preservar y difundir el trabajo textil de diversas comunidades indígenas de nuestro país.
La diseñadora de origen coahuilense, explicó mediante un video que por medio de su laboratorio de diseño móvil Taller Flora ha trabajado con mujeres indígenas de varias regiones.
Afirmó que las prendas fabricadas y por las cuales se le reconocía su labor, son elaboradas por técnicas que le son familiares a los artesanos y que son utilizadas como un camino para llegar a nuevos diseños.
(Palacio Real de Ámsterdam)
La idea es que las artesanas puedan vivir de su producción y que, por lo tanto, no tengan que migrar hacia las ciudades. Además se busca evitar la extinción de las artesanías mexicanas.
Durante la ceremonia hubo un desfile por el cual pasaron diferentes piezas del talles de Fernández, muchas de ellas inspiradas en prendas tradicionales mexicanas.
El Taller Flora produce una colección de moda de alta calidad con un diseño moderno, singular y refinado y además de tener una línea prêt-à-porter comercial. También confeccionan ropa práctica y atractiva para la comunidad de creadores que incluye mezclilla teñida de índigo y tejida a mano que se ha hecho popular entre la población juvenil de los pueblos. Su gama de atractivos, cómodos y resistentes uniformes escolares para el estado de Oaxaca ha conseguido que fábricas que estaban abandonadas vuelvan a producir, sean gestionadas por trabajadores y crezca el empleo a nivel local.
Fernández promueve procesos de producción responsables con el medioambiente, al igual que el desarrollo económico de los artesanos indígenas y sus comunidades, asegurándose de que los trabajadores sean reconocidos y se les pague por su propiedad intelectual.
Ella comparte su metodología y combina sus facetas tanto de diseñadora como de antropóloga a través de charlas, exposiciones y publicaciones tales como su libro The Barefoot Designer: A Handbook.
En fin, nuestra paisana fue laureada junto a los siguientes artistas:
- Ahmed Fouad Negm (Poeta, Egipto)
- Zanele Muholi (Fotógrafo, Sudáfrica)
- Naiza Khan (artista visual, Pakistán)
- Teater Garasi (laboratorio de artes escénicas, Indonesia)
- Alejandro Zambra (Escritor, Chile)
- Orquesta de Instrumentos Reciclados Cateura (orquesta de la Juventud, Paraguay)
- Oscar Muñoz (artista visual, Colombia)
- Idrissou Mora-Kpai (documentalista, Benin)
- Lu Guang (Fotógrafo, China);
- Christopher Cozier (activador Cultural / Artista Visual, Trinidad y Tobago).
El único que no se pudo presentar al evento fue el poeta egipcio Ahmed Fouad Negm (1929-2013), el cual fue reconocido por el conjunto de su obra en la que critica la «sucesión de regímenes y élites autoritarias imperantes por su abuso de poder».
Fouad Negm no pudo recibir su premio debido a que este mismo año falleció, el reconocimiento lo recibió la escritora y traductora Egipcia Mona Anis de manos del Príncipe Constantino, quien al tomar la palabra dio lectura al poema The Prision Ward.