Así es jóvenes ilustres, no sabemos en qué momento nos convertimos en un país de primerísimo orden, y es que pagamos más ISR (impuesto sobre la renta) que en Estados Unidos, así que suponemos que las calles ya están limpias, nuestra policía es más competente que la del norte y nuestra infraestructura es de primer nivel.
El dato nos los dio el periódico Reforma el día de hoy, y es que su análisis reveló que la reforma fiscal mexicana ampliará la diferencia entre las tasas de tributación de México y Estados Unidos para los ingresos de personas físicas, lo que afectará principalmente a la siempre temerosa clase media, en fin, apúntese que sólo es el ISR, no estamos hablando de los demás impuestos.
De acuerdo con el ejercicio, para una persona con un ingreso de un millón de pesos anuales, la tasa efectiva de tributación será un nada feliz 26.09 % en el 2014, mientras que una persona con un ingreso equivalente en Estados Unidos tributará con una tasa de 19.06 %. Es decir, pagarán un 7.03 % más que en Estados Unidos.
Para aquellos afortunados que tengan ingresos de un millón 850 mil pesos al año, la tasa en Estados Unidos será de 23.29 %, mientras que en México será de 29.72 %, 6.43 % más que del otro lado del río Bravo.
(Aquí está la tabla de Reforma)
Así que, al parecer, mientras que antes se iban nuestros paisanos al otro lado por los salarios miserables y la falta de empleo, ahora también habrá quien se vaya por los impuestos… Y todavía los legisladores se atreven a enorgullecerse por el raquítico aumento al salario mínimo, si de todos modos esos centavos se irán en los nuevos impuestos.
Ahora, no seamos incendiarios pues vale la pena mencionar, por ejemplo, que no se nos dice cuánto dinero recauda Estados Unidos y cuánto México y es que, aquí, una parte de la economía se asienta en la informalidad, lo que significa que es dinero que no llega al Estado (aunque no vemos porqué los demás ciudadanos tenemos que subsanar ese hueco), además, en Estado Unidos se tienen que pagar impuestos municipales, estatales y federales, e IVA en productos que aquí no lo tienen, aunque no tienen tope de deducción de impuestos (nosotros sí), y están estrenando el Obamacare, que era algo que podíamos presumir por lo menos nosotros, la gran cobertura del servicio médico (hablamos de cobertura no de calidad)…. Además, aumentar los ingresos al Estado no nos garantiza que ese dinero no se irá en corrupción como las inmensas cantidades que ya se van.
En fin, pagar impuestos de primer mundo con salarios de tercer mundo y la calidad de los servicios que tenemos, bueno, esto no nos suena a la felicidad.
