A veces pienso que los españoles también podrían entrar en la categoría de “son unos loquillos” pero luego recuerdo que nadie está exento de ser llamado de esa manera.
Fíjense que ahora, debido a la crisis en la cual está sumergida España (pocos empleos, muchos despidos) las mujeres han tenido que recurrir a la prostitución, una de la profesiones más antiguas de todo el mundo, sino es la que más.
No obstante, la han llevado más allá, al terreno de la profesionalización y las aulas. Resulta que se creó una maestría para quienes deseen entrarle al negocio de brindar placer sexual a cambio de unos euros. Esta maestría contará con la participación de mujeres que han decidido entrar al negocio para pagar sus estudios o mantener a su familia, por lo que serán parte del curso express que dará la asociación Aprosex.
De acuerdo con Conxa Borrell, una escort que fue entrevistada por algunos medios, hay mujeres de todas las edades en el curso.
Las más jóvenes de las prostitutas tienen entre 18 y 23 años, pero también estarán presentes señoras de 50, quienes no han encontrado un trabajo formal.
En dicha maestría se abordarán, principalmente, siete puntos que ayudarán a las que ingresas a la profesión:
El capital
Lo primero que se debe entender es la cuestión económica. Las nuevas prostitutas deben tener en cuenta que las tarifas han cambiado, a causa de la crisis y el aumento de oferta. Según Borrell:
Una cosa es la fantasía y otra, la realidad.
Tomar en cuenta el estigma social
Conxa Borrell:
Te enfrentas a la idea preconcebida de eres puta porque no sabes hacer otra cosa y, por lo tanto, nadas en inseguridad. No hay empleo en el que la mujer se empodere tanto desde el primer minuto como el de prostituta. El cliente elige la oferta, pero las riendas las lleva la profesional.
3) Gusto del sexo
Palabras sabias de Conxa:
Una prostituta a la que no le guste el sexo es como una anoréxica metida a crítica gastronómica.
4) Hablar con la verdad
Lo que digan debe ser verdad. Si se promocionan como rubias, de 1.70 metros, deben serlo.
5) Empatía
El chiste no es tener muchos clientes, sino retener a la mayor parte posible.
6) Ahorrar
Lo ideal es guardar la tercera parte de las ganancias.
7) Enseñar
Uno de los trabajos de la prostituta es enseñar al hombre a ser mejor amante, que se vaya a su casa y sepa hacerle algo nuevo a su pareja, dejarle algo nuevo.
Hay que rascarle por donde sea y cómo sea. ¿no?