La gente que se expresa con su cuerpo de una manera distinta a la que la sociedad impone como “normal/decente/lo que sea” suele ser víctima de discriminación. Hace unos meses hubo un escándalo entre una aerolínea y la banda Panteón Rococó: no les permitían subir al avión por tener tatuajes (si dan click aquí podrán recordarlo todo…bueno, no todo, sólo lo de este escándalo).
Esta semana, diputados del PRI (así como lo escucharon, fueron los del PRI) en la Asamblea Legislativa del D.F. propusieron una serie de modificaciones al Código Penal para que quienes violen los derechos de las personas tatuadas en el Distrito Federal, al negarles trabajo o el ingreso a establecimientos, enfrenten hasta 3 años de prisión.
Las sanciones podrían ir desde una multa de 50 días de salario mínimo hasta cárcel (de 1 a 3 años) para quien violente los derechos de las personas que presenten modificaciones corporales.
A nosotros nos parece buena idea proteger los derechos de las personas tatuadas, nadie debería hacer menos a alguien más sólo por cómo se ve su cuerpo (si sabe trabajar, sabe trabajar; si no, bueno, pues que se le despida por eso, no porque haya decidido pintarse algo en la piel).
La iniciativa de defender los derechos de un grupo discriminado o marginado es buena… ojalá el PRI los defendiera así a nivel nacional (son el partido que nos gobierna). Recordemos que los derechos de las personas indígenas, pobres, discapacitados, de la tercera edad, homosexuales, trans y, sobre todo, las mujeres (que incluye, por supuesto, a las mujeres trans), son violados constantemente a diario en todo el territorio nacional.
Esperamos que sea una muestra del compromiso del partido por los derechos civiles y no solo una acto esporádico. ¿O ustedes qué creen?