De las cosas más desagradables que pueden pasarte cuando vas a un baño (sobre todo si eres mujer o ‘te anda del dos’) es descubrir que la tasa del escusado está salpicada y/o que el piso está opaco y pegajoso.
Este drama de nuestros tiempos ha sido vivido por muchos de nosotros, quienes debemos optar por aplicar “la de aguilita”, buscar otro WC o de plano armarnos de valor y limpiar aquello con un papel higiénico.
Para evitar estos desencuentros de la vida, en Shenzhen, China, está por entrar en vigor una nueva ley para multar a los hombres que carezcan de puntería a la hora de utilizar los urinarios e inodoros públicos.
“Una utilización inconveniente de los baños públicos será sancionada con una multa de 100 yuanes (12 euros) por las autoridades”, comentó un funcionario de esa ciudad china.
El proyecto arrancará dentro de un mes, aunque por lo pronto no se especifica cuánta chis vertida fuera del WC es la que haría al mión acreedor a la sanción. Como era de esperarse, desde que se dio este anuncio han surgido varias críticas y vaciladas al respecto en Weibo (el Twitter de los chinos).
“Se crearán muchos puestos nuevos en la función pública. Habrá un vigilante detrás de cada persona que orine para verificar si apunta bien”, escribió un usuario en esa red social.
Si aplicaran una medida así en cualquier bar, cantina, tugurio o gasolinera de México, seguramente el gobierno recaudaría una buena lana con tanto chisguete derramado por los caballeros.