Aprovechando que el líder de la ONU anda por tierras del olvidado “Diablo” Etcheverry, el presidente Evo Morales ha decidido darle a probar lo que es bueno a buen Ban Ki-moon , y ya que es el cumpleaños, lo agasajará con un pastelote de coca…
No, no es no de la bebida gringa, ni del estimulante, sino de la simple hoja de la planta sudamericana, la cual sin ningún problema es masticada por las culturas más arraigadas de aquel país. La intención de darle a Ban Ki-moon tan singular pastel, es demostrar que en su estado puro la planta es inofensiva: “es coca, no cocaína”, explicó la alcaldesa de Cobija, Ana Lucía Reis, durante una entrevista radiofónica.
Pese a lo anterior, la Convención Antinarcóticos de Naciones Unidos tiene en su lista de sustancias controladas a la típica planta boliviana, toda vez que contiene el alcaloide prescindible para la elaboración de la cocaína. Por ello, desde hace algunos años Evo Morales ha hecho campañas para despenalizar el masticado de hojas de coca, prohibido por la convención de la ONU sobre estupefacientes de 1961.
Bolivia, Colombia y Perú son los más importantes productores de coca y pues si la ONU ya hizo una excepción y aceptó que el mascado de coca es una tradición cultural, -esto en 2013- pues por qué no empezar a desmitificar a la planta.
“Si logramos que sea aceptada internacionalmente, va a ser otro hecho histórico no sólo para los productores de coca sino para una identidad, una cultura, porque no solamente los productores “pijchamos” (masticamos) sino que lo hacen los transportistas, los estudiantes y diferentes sectores de la sociedad”, dijo Morales en entrevista concedida a Telesur en 2012.
Pues ya veremos, dependiendo cómo se altere Ban Ki-moon al degustar el postrecito, quizá se opte por retirar a la planta sudamericana de tan deshonrosa lista… por cierto, el motivo de la visita del líder de Naciones Unidas es asistir a la cumbre G77, la cual reunirá a los jefes de estado de países en desarrollo.
*Vía infobae, Diario Inédito