No hay peor ira que la de los hombres de letras… y si lo dudan chequen la medida que tomaron en una biblioteca ubicada en Sidney, Australia.
Luego de que el propio Lance Armstrong se descociera en amena plática con Oprah Windfrey, reconociendo el dopaje del que fue acusado por la USADA, ahora viene lo duro para el ex campeón de la Tour de France: el rechazo de sus seguidores y público en general.
Como ejemplo de lo anterior está el anuncio que la Manly Library (una biblioteca en Sidney, Australia) ha hecho a sus apreciables usuarios:
La fotografía rápidamente se propagó por las redes sociales y no queremos imaginarnos la expresión de Armstrong cuando se enteró de que todo lo ganado en su carrera profesional ahora es considerado una mentira. Tal vez fue algo así: