Hace una semana, la Bundesliga estuvo en el “ojo del huracán”, pues en el partido entre el Bayer Leverkusen y el Hoffenheim se dio una situación muy extraña: el árbitro validó un gol ¡pero la pelota jamás entró!
No fue una de esas acciones milimétricas cuando el balón pega en el travesaño y pica atrás o adelante de la línea de gol. Ésta fue más clara, bueno, no para el árbitro. El delantero del Bayer Leverkusen, Stefan Kiessling remató dentro del área luego de un tiro de esquina y el balón pegó en la red pero por afuera, aunque el balón se metió a la portería, lo que dio un efecto óptico como si hubiera sido un gol.
Felyx Brych (el árbitro principal) dio ese cabezazo como bueno y eso le ayudó al Leverkusen a ganar el partido 2-1. No obstante, el Hoffenheim reclamó con todo para que la última parte del juego se repitiera, ya que con las repeticiones pudieron constatar que ese NUNCA fue un gol válido.
Éste es el pseudo gol:
Kiessling fue muy criticado por no haber dicho que no era gol, pero para su fortuna (si se puede decir así) el partido NO se repetirá y los tres puntos seguirán con el Leverkusen. Es extraño pensar que en una liga como la alemana sucedan este tipo de cosas pero de acuerdo con un tribunal deportivo de la Federación Alemana de Fútbol consideró que el árbitro Felix Brych no infringió los reglamentos al validar el polémico gol.
Si se pedía a gritos que la FIFA tuviera tecnología para evitar estas cosas, ahora la Bundesliga deberá copiarle a la Premier League, aunque a los alemanes no les agrade mucho la idea tener algo como los ingleses.
¿Steffan Kiesslig, el tramposo del año?