Para aligerar el gasto que implicará la reconstrucción de la L12 del Metro, el gobierno del Distrito Federal comienza a pedir cooperación. Tras determinar que los trenes con los que se ofrecía servicio en la llamada “Línea Dorada” nomás no darán de sí ahora que se reinaugure el servicio –ya mero- pidió a la empresa encargada de la renta que haga favor de encargarse de su reparación.
Para hacer la solicitud en forma, el GDF echará mano del estudio que hace poco dio a conocer Systra, en el que consta que para que los trenes puedan funcionar correctamente en las vías de la L12, se les tendrán que realizar una serie de modificaciones:
“Tomaremos como referencia el estudio que Systra nos entregó (que determina que no existe compatibilidad entre las ruedas férreas y vías). Necesitamos saber en qué sitios, en qué montos y en tiempo se harán esas adecuaciones”.
Lo anterior fue dicho por José Ramón Amieva, quien se desempeña como consejero jurídico del gobierno capitalino y que añadió que se buscará hacer público el esquema que utilizo la empresa –cuyo nombre es CAF, por cierto- para la renta de los trenes, a fin de mostrar cómo estuvo prestando el servicio y sea más fácil que asuma su responsabilidad:
“En el contrato de arrendamiento financiero se señala que CAF tiene la obligación de prestar un servicio, que los trenes garanticen seguridad, traslados en tiempos, comodidad y un servicio integral”.
Aunque seguramente CAF obtuvo buenas ganancias por la renta de los trenes, habrá que ver si accede a cubrir los gastos que implicará la modificación de estos… en caso negativo, el GDF ya advirtió que su postura será la de no asumir ningún costo. Todo deberá ser cubierto por la empresa… además de unos gastos extras. “También están los pagos adicionales que le vamos a pedir a CAF que hagan para mitigar y minimizar este fenómeno del desgaste ondulatorio de la vía”.
