Tras recibir un reporte al 911, las autoridades de Sonora acudieron al lugar en el que hallaron los cuerpos sin vida de trabajadores de la CFE, con lo cuales se había perdido contacto y ya se había solicitado apoyo para su búsqueda.
De acuerdo con reportes de medios (porque hasta ahora ninguna autoridad ha dado posicionamiento), fueron cuatro los empleados de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) atacada por un grupo de sicarios. Esto ocurrió en la sierra de Sonora, en la carretera Hermosillo-Yécora, a la altura de Ónavas.
Según La Jornada, por la madrugada de ayer, 6 de septiembre, la cuadrilla de la CFE se disponía a atender un reporte de falla del servicio en la mencionada comunidad. Fue en el camino que fue emboscada por un grupo armado.
Luego de algunas horas de no tener información de los empleados, la CFE se iba a solicitar apoyo para la localización de estos. Sin embargo, alrededor de las 9:00 am se dio el reporte de la ubicación de un vehículo calcinado.
Citando información de la Secretaría de Seguridad Pública de Sonora, La Jornada indica que dos trabajadores de la CFE perdieron la vida en el ataque, mientras que otros dos fueron localizados con vida. Estos se habrían resguardado en la zona montañosa de Ónavas.
Al ser localizados, los trabajadores sobrevivientes fueron trasladados a un hospital de Hermosillo, donde se desconoce su estado de salud.
Con base en lo recopilado y ya que se trata de empleados de una instancia federal, la Fiscalía General de la República (FGR) habría abierto una carpeta de investigación por el delito de homicidio doloso. Sin embargo, hasta el momento se desconoce si hay idea de quiénes perpetraron el crimen. Tampoco se sabe el móvil del ataque.
Al respecto, la CFE no se ha pronunciado. Mientras esto ocurría, el titular de la dependencia federal, Manuel Bartlett estaba en Coahuila, dando detalles de cómo los trabajadores apoyarán al rescate de los cuerpos de los 10 mineros que quedaron atrapados en una mina de Sabinas.
El ataque contra trabajadores de la Comisión Federal de Electricidad sucedió en una región ubicada a unos 400 kilómetros de Bavispe, donde se perpetró la masacre contra las familias LeBarón. A la misma distancia, sólo que en dirección a Chihuahua, fue donde se asesinó a los dos sacerdotes jesuitas y aun guía de turistas.
Como se puede ver, no hay garantías de seguridad en la zona del norte del país. Ni siquiera para quienes ofrecen servicios básicos para la ciudadanía.