Chicle y pega: ¿no dice AMLO que se piense en las jefecitas? Igual y con la intervención de la mamá de Emilio Lozoya, éste logra salir de prisión y regresar a su dieta de pato pekinés.
Aunque, bueno, hay que señalar que mamá Lozoya también habló en su nombre: recordemos que ella igual está detenida, nada más que en Alemania.
“He estado en cinco prisiones en Alemania, mil días en prisión domiciliaria y he pasado tres años sin ver a mis nietos. Sigo esperando que las autoridades tomen una resolución”, señaló , Gilda Margarita Austin Solís, madre del extitular de PEMEX, en videoconferencia.
“Lo mejor es que lleguemos a un acuerdo, es lo mejor para todas las partes”, señaló la señora, en referencia al acuerdo que ha propuesto la defensa de Emilio Lozoya. Según La Jornada, el exfuncionario está dispuesto a pagar más de 10 millones de dólares y ahí muere.
“Mi hijo ha cumplido en denunciar a otras personas involucradas en corrupción”, agregó la madre de Lozoya, como señora que presume que su hijo es el más aplicado de su clase. “Es el funcionario de más alto nivel del sexenio pasado que ha tenido el valor de contar lo que pasó”, agregó. “Ha ofrecido reparar el daño, no se ha negociado pagar menos”.
¿Las palabras de una madre tocarán el corazón de AMLO? Eso lo sabremos el próximo 10 de marzo, cuando se realice la audiencia intermedia del proceso, la cual debía realizarse ayer, martes 17 de enero, pero fue pospuesta a petición de la defensa de Emilio Lozoya. La Fiscalía General de la República (FGR) no quería, pero pues ni modo.
De acuerdo con La Jornada, con el tiempo ganado, la defensa de Lozoya buscará llegar a un acuerdo con las autoridades y, con ello, evitar que su cliente sea condenado por el caso Odebrecht… un entramado que le costaría al exfuncionario estar en prisión por lavado de dinero, cohecho y asociación delictuosa.
El 10 de marzo estará de infarto: según advirtió el juez, ya no habrá más prórrogas y ese día se sabrá si avanza la solicitud de la FGR para castigar a Emilio Lozoya. Si esto ocurre, podría pa sar hasta 54 años en el tambo.