Quizá ya se habían enterado por medio de las revistas Vanidades (sí, de esas que leen las abuelitas y tías que se creen de alta sociedad), pero el día de hoy contrajeron matrimonio en Estocolmo el príncipe Carlos Felipe de Suecia y Sofía Hellqvist.
¿Y a nosotros eso qué diablos nos importa, si seamos sinceros, en México eso de la realeza es un tema que casi nadie pela? Pues nos importa porque la ahora princesa está que se cae de buena. Basta ver la cara de felicidad del novio en el bodorrio de hace unas horas:
Lo interesante es que antes doña Chofas no pertenecía a la realeza y su historia es bastante peculiar. Nació en una familia de clase media en una pequeña ciudad del centro de Suecia y se volvió famosa en el 2005, cuando participó en el reality show Paradise Hotel. De ahí saltó al mundo del modelaje.
Y cómo no iba a dedicarse al mundo de la pasarela, si la princesa de ahora treinta años, tiene un porte elegante, un cuerpazo de nervios y un par de ojazos que nos dejan sin aliento. Ah, y también tiene bonita mirada.
Con razón el príncipe (segundo hijo del rey Carlos Gustavo y la reina Silvia de Suecia) se puso abusado y nomás no la suelta.
Desde que comenzó su relación con el príncipe los medios comenzaron a hurgar en su pasado y se toparon con unas fotos en las que posó desnuda para la revista masculina Slitz cuando tenía 20 años.
Pero Sofía no se apena ni por las fotos ni por sus tatuajes, que también han sido objeto de cuestionamientos. Esto declaró en un documental sobre la familia real sueca, que fue emitido a principios de año en la televisión de aquel país:
“Es una lástima todo lo que se escribe aún sobre esto. Estas fotos me las hicieron hace 10 años y después he continuado con mi vida. No me arrepiento de nada. Todas estas experiencias han hecho de mí la persona que soy, aunque el día de hoy no volvería a hacerlo”.
Sin embargo, ninguno de estos escándalos le han quitado el cariño de lo suecos, al contrario, la admiran por su franqueza y compromiso con los demás, y la consideran todo un estuche de monerías.
La ahora Duquesa de Värmland, estudió contabilidad en Nueva York, donde trabajó como camarera y maestra de Yoga. Después de ser voluntaria en varios países africanos, en el 2010 fundó Projetc Playground, una ONG que ayuda a los niños desfavorecidos en Sudáfrica, misma que dirigió hasta marzo, cuando dejó el cargo para sus nuevas funciones reales.
Por ahora, el lucky bastard de Carlos Felipe es el tercero en la línea de sucesión al trono, pues se encuentra detrás de su carnala, la princesa Victoria, y de la hija de ella, la princesa Estela.
Aunque la mayoría de los miembros de la realeza nos caen gordos, ella sí nos cayó bien. Más que princesa, es toda una reinita…