Este domingo, los ciudadanos rusos elegirán a su siguiente presidente. El resultado —a menos que algo muy extraño suceda— ya lo conocemos todos: Vladimir Putin será el presidente de Rusia durante seis años más.
Estas elecciones, en realidad son solo una formalidad. Putin, el actual presidente, está arriba en las encuestas oficiales con casi el 70 por ciento de preferencia. Su más cercano competidor de milagro llega a los 7 puntos.
Aunque los resultados son la cosa más predecible, aun así vale la pena conocer un poco más de las elecciones rusas y acá está todo lo que necesitas saber.
Los candidatos.
De acuerdo a la revista TIME, siete nombres van a aparecer en las boletas rusas. Bastantes, si consideramos que Putin anda dominando las encuestas. Tomando en cuenta los números oficiales, solo vale la pena conocer a los tres candidatos que van superando el dos por ciento de preferencia.
Primero, está Pavel Grudinin, el candidato por el Partido Comunista. Grudinin, no se mete en problemas con el jefe Putin, pero ha sido criticado por su trabajo como empresario. Según las cuentas oficiales, se espera que él termine en segundo lugar con un poquito menos del seis por ciento.
Luego, está Vladimir Zhirinovsky, un señor de 71 años que lleva toda la vida en la polaca rusa. El buen Vlad, es un populista de derecha experto en mensajes nacionalistas y es famoso por sus arranques xenofóbicos. Su campaña, anda arañando los 5 puntos de preferencia electoral.
La última, es Ksenia Sobchak, una ex estrella de reality show y la única que trae más o menos una agenda que raya en lo liberal. Ella apoya los derechos LGBT y hasta le pidió perdón a Estados Unidos por meterse en sus elecciones.
Entonces, los candidatos rusos aparecen desde la derecha, del centro y de la izquierda; son jóvenes y son viejos; pero ninguno es en realidad una competencia para Vladimir Putin. Lo mejor que tienen es comedia televisiva. Si creían que los debates de acá son un circo, espérense a ver las maravillas rusas.
¿Qué creen que pasa cuando juntas a Sobchak, la estrella de televisión liberal y a Zhirinovsky, el señor de 71 años que se pasa de conservador? Una mezcla de llanto, gritos, interrupciones y un vaso de agua volador:
No sé qué le dijo pero la hizo llorar 😔🇷🇺 pic.twitter.com/WZhFvI666j
— Sopitas (@sopitas) 16 de marzo de 2018
Si acaso, además de la fiesta de los debates lo único interesante de la boleta de candidatos es que alguien muy importante no aparece en ella.
La mayor figura de oposición en Rusia, se llama Alexei Navalny y no está en la boleta porque lo acusaron de fraude, obviamente, bajo condiciones muy sospechosas. Navalny, anunció su candidatura en diciembre del 2016 y de ahí, ha recibido ataques químicos de protestantes a favor de Putin, no ha recibido ninguna cobertura en la televisión nacional y el Kremlin ha hecho todo lo posible para evitar que participe en la elección.
El único problema, para Putin
Como los candidatos que hay “no cuentan”, el único problema que tiene Putin para sobrevivir a estas elecciones es que se vean legítimas. Sin Navalny en la boleta, el jueguito de las votaciones ha abierto la posibilidad a los críticos de Rusia de decir que todo el asunto está arreglado.
Entonces, el Kremlin está apostando por la participación masiva de votantes. Con una estrategia llamada 70-70, intentarán darle legitimidad al cuarto mandato —y segundo consecutivo— de Vladimir Putin , dándole un ‘estate quieto’ a quienes dicen que Rusia es una autocracia.
—¿Autocracia? ¡No! No es como que Vladimir Putin lleve en el poder desde 1999—
La estrategia, consiste en que participe el 70 por ciento de los ciudadanos registrados, y conseguir más del 70% de los votos. Algunos analistas, consideran que como no es una elección que emocione, la gente no se va a parar a votar y se van a quedar por ahí del 50%.
*Foto de portada: Reuters
