El próximo domingo, 11 de marzo, será un momento clave en la política internacional: Cuba tendrá elecciones generales. Unas votaciones más, ¿no?
—Técnicamente sí, Cuba tiene elecciones cada 5 años, pero esta vez son especiales—
Hace unos meses, se anunció oficialmente que Raúl Castro, presidente de Cuba desde 2008 y sucesor de su hermano Fidel, dejará el máximo cargo en abril de este año. Entonces, los resultados de estas votaciones decidirán —más o menos— quién será el nuevo mandatario de la isla.
Aunque no hay nada decidido, de algo sí podemos estar seguros: por primera vez en más de 50 años, el presidente de Cuba no se va a apellidar Castro.
Ahora, estas elecciones son un poco enredadas: no utilizan el modelo al que estamos acostumbrados, no hay partidos políticos pa’elegir y tampoco hay candidatos presidenciales. Por eso, hicimos la tarea y acá tienes todo lo que necesitas saber para seguir la histórica transición de poder en la isla caribeña.
¿En serio se va Raúl Castro?
Originalmente, el líder cubano, de 86 años, anunció que dejaba la silla presidencial en febrero de este año. Sin embargo, después de los destrozos del huracán Irma le decidieron dar unas semanas más en el poder, para que no hubiera un lío político a la mitad de los esfuerzos de recuperación.
Después del desastre, se confirmó que su salida oficial sería hasta abril y ahí es donde empieza lo complicado: Raúl Castro dejará de ser el presidente, pero va a seguirá siendo el primer secretario del Partido Comunista de Cuba, mínimo hasta 2021.
Para calcularle al tamaño de este puesto, al Partido Comunista lo ponen, en la misma Constitución, como “la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado.”
Entonces, no es como que Raúl Castro se va a jubilar y se irá a descansar a Varadero. Castro, seguirá al frente del partido político más poderoso —y el único— de su país. Eso sí, los analistas dicen que nomás se va a quedar como “consultor” y y que probablemente se va a mantener en un “segundo plano.”
Ahora, ¿cómo escoges presidente en Cuba?
Vámonos por partes. En Cuba, las elecciones son en segundo grado o indirectas, es decir, los cubanos solo votarán por los futuros miembros de la Asamblea Nacional del Poder Popular y no votarán directamente por el presidente.
Como en la isla no hay campañas electorales, los candidatos ya pasaron por un proceso de selección que, básicamente, es conseguir la bendición de una Comisión, que incluye organizaciones estatales de trabajadores, defensa y de educación.
—Dato curioso: en Cuba, si eres mayor de 16 años, podrás ponerle un tache al nombre de tu asambleísta favorito—
Una vez que los votantes los eligieron, los flamantes congresistas escogerán a uno de ellos mismos para que se convierta en el nuevo presidente.
Ya la última, ¿quién será el próximo presidente?
Algo es seguro, ninguno de los hijos de Raúl Castro será presidente. Mariela, es una activista LGBT y aseguró que no le va a entrar a “La Grande”. Alejandro, el menor, tampoco se animó, aunque dicen que “se va a mantener en las sombras.”
Sin ningún Castro en el camino, todos los reflectores apuntan a Miguel Díaz-Canel. Actualmente, el señor es el vicepresidente de la isla, es aliado cercano de Raúl Castro y lleva más de 25 años metido en la polaca cubana.
Este domingo, veremos el inicio de algo histórico. Con las votaciones de este fin de semana, se dará el primer paso para que un nuevo apellido aparezca como presidente de Cuba por primera vez desde 1959.
Pero bueno, tampoco es como para destapar el champán. Los analistas de El País, dicen que Díaz-Canel, el probable sucesor, es un “pragmático invisible” y lo rematan diciendo que “no creen que sus planes para Cuba vayan más allá de mantener el modelo de control.”
*Foto de Portada: Conmemoración de la muerte de Fidel Castro en Diciembre 2016.
