Este siete de julio los bajacalifornianos votarán por quien será su gobernador los próximos seis años. El primer gobernador electo desde que EPN está en los Pinos, en el primer estado en el que el PAN ganó unas elecciones (1989).
Los candidatos: Fernando “el Diablo” Castro Trenti y Francisco “Kiko” Vega.
Mr. Burns
En el 2007, Fernando “el Diablo” Castro Trenti coordinaba la campaña a gobernador de Hank Rhon, dueño de Caliente, hijo de Hank Gónzalez el fundador del Grupo Atlacomulco.
Dicen los que saben que el Diablo, amigo cercano de Manlio Fabio Beltrones desde que llegó al Congreso, era el encargado de “aceitar” varios “carruceles” en Tijuana, Mexicali, Ensenada y Tecate el día “D”.
¿Qué es el día D? En términos electorales, el día de las elecciones.
¿Qué es un carrusel? En términos electorales: a usted le dan una boleta con el logo del PRI tachado (o el partido de su preferencia), usted la lleva a la casilla, se trae la boleta en blanco, la entrega para que se la den a alguien más tachada, le dan su dinero y se va a su casa. Democracia.
El Diablo se guardó los millones, según los rumores, porque Hank iba muy arriba en las encuestas o porque se la vendió a los azules. Nadie sabe. La cosa es que Hank no ganó y juró vengarse como en las telenovelas. “Con gusto gastaría la mitad de mi fortuna para que ese cabrón no sea gobernador”, dicen que dijo hace unos meses, cuando la cargada del PRI se fue con Castro Trenti, cuando Manlio Fabio, desde el Congreso, cabildeó para que el Diablo fuera el candidato y no Hank.
Al principio de la campaña, Castro Trenti, mejor conocido como “ese traidor hijo de puta” por el dueño de los Xolos, arrancó con 18 puntos de ventaja en las encuestas: un poco por el famoso efecto “Peña”, dicen los analistas, que, aunque en Baja California no ganó, jala cabrón entre las señoras, y otro mucho por el regular desempeño de la administración panista.
“Sólo un milagro podía quitarle al PRI tanta ventaja a la gubernatura” decían los rojos, mientras reían y bailaban a ritmo del Castro Trenti Style.
Y el milagro pasó. Pum. El PRI se había dado un balazo en el pie. Los rojos habían escogido a Castro Trenti, el Diablo, Burns.
Con denuncias en contra por tráfico de armas, contrabando de autos, extorsión y amenazas de muerte, Castro Trenti ha perdido la ventaja en las encuestas y, a un mes de las elecciones, algunas ya le dan la ventaja al candidato del PAN-PRD, Francisco “Kiko” Vega, Flanders, por cuatro puntos porcentuales.
Flanders
-¿Señor candidato, siendo el representante de una coalición entre PAN y PRD cuál es su opinión de las bodas entre homosexuales, el aborto y los derechos de las minorías? Le preguntó una estudiante a Francisco “Kiko” Vega.
La pregunta era una bala. Pum. La mayor crítica posible a la alianza entre PAN y PRD que ha postulado al candidato de extracción panista. Kiko, respondió directo, sin titubeos, bueno, tartamudeó un poco, como siempre, y se comió un par de letras pero más o menos dijo: “No tengo porque imponer mi criterio a nadie. Es la obligación de un gobernante garantizar los derechos de todas las personirijillas”.
Pum.
“El bueno” le dicen en los spots Zambrano y Madero, los presidentes del PRD y del PAN que desde el centro del país han participado en la campaña de “desprestigio” contra el candidato del PRI.
“No es guerra sucia” han dicho en entrevistas Zambrano y Madero, Viruta y Capulina, “porque cuando se habla con la verdad no se puede llamar campaña negra”.
Kiko Vega es uno de esos extraños ejemplares de la política mexicana. Fue presidente municipal de Tijuana y en su expediente político no hay nada oscuro: ni enriquecimiento inexplicable, ni narcotráfico, ni hijos millonarios, ni drogas, ni alcohol, ni prostitutas, ni abortos, ni homosexuales, nada.
Su comportamiento se rige por la ñoñez moralina de los panistas. Tiene un bigote setentero a la Flanders, es probable que se pinte las canas, ojo azul y dicen las señoras que tiene “cara de buena persona”. Lo que sea que eso sea.
Es fan de la caza deportiva, se sabe que tiene un salón en su casa con animales disecados, se divorcio de su primera esposa y se casó con una mujer más joven, panistirijilla, claro, y cuando se pone nervioso tartamudea. Cuando fue elegido candidato del PAN a la gubernatura le hicieron su video de burla: “las Kikadas de Kiko Vega”
Un minuto de tartamudeos y balbuceo semi comprensible. Es todo. Todirijillo lo malo. Las abuelas lo quieren, los niños lo quieren.
Es Flanders vs Burns, la insipidez contra la avaricia. La elección no entusiasma a nadie.