Tenía que ser el día maldito (el 13), el día en despertáramos los electores con El Bronco como candidato presidencial independiente ya registrado…
Y después de agradecerle a diosito por hacerle el milagro de meterlo de repechaje en la boleta, Jaime Rodríguez Calderón comenzó a chambear. Y sobres, a lo que lo metieron… ¿a hacer propuestas para ganarse a los votantes? Más o menos: luego de indignarse por el injusto maltrato que recibe en redes sociales y de amagar con denunciar al INE ante la Fepade, el gober con licencia de Nuevo León se declaró el hombre que le quitará votos a AMLO. “Que se cuide, voy por él”, advirtió. Pero bueno, como la candidatura le cayó de sorpresa, avisó que comenzará su campaña hasta el próximo sábado. Eso sí, adelantó que no tendrá ninguna propuesta populista… nomás andará a caballo, se la pasará diciendo comentarios “jocosos”/misóginos y albures. Un Fox 2.0. ¿Una probadita? “Hoy dicen que soy un candidato a huevo… con muchos huevos, diría yo”.
Y vendrán cosas peores…
Peña Nieto, Fox, Calderón, Claudio X González, los del PAN, los del PRI… no estamos diciendo la lista de invitados de la fiesta de Carlos Salinas de Gortari, sino los personajes que dice AMLO que metieron su cuchara en el Tribunal Electoral para que los magistrados le regalaran su candidatura a El Bronco: “Vamos al fondo ¿quién promovió las candidaturas independientes? (Fue) la mafia del poder”, acusó el tabasqueño.
De gira por Jalisco, el candidato de Morena se aventó a echar una más de sus teorías de complot en su contra, apuntando que la decisión de los magistrados fue por orden de EPN. Sin embargo, así como muchos politólogos de celular señalan en Twitter, AMLO prevé que la jugada no les saldrá bien a sus enemigos. ¿Por qué? Según el calculo del morenista, sí… El Bronco entró para dividir/quitar votos. Pero no a él, sino al PAN y al PRI. “Claro que nos están dando más votos con todo esto, porque los indecisos se dan cuenta que es la inmundicia esté régimen”.
Ya que en la tabla está por debajo de Anaya, el mono capuchino y hasta los Lobos BUAP, José Antonio Meade sigue en su nada infructuosa tarea de convencer a los candidatos de adelantar el Ventaneando que el INE les organizará. Debatir pues. Sólo que esta mañana el priista se levantó con cafeína de más, ya que no quiere uno, ni dos… mucho menos tres. Quiere ¡un debate a la semana!, apenas suficientes para medio levantar su campaña… digo, para que el electorado pueda “contrastar quién tiene los cómos, sino quién le va a traer estabilidad a su vida y quién no”.
Sin el chalequito de Marty McFly que luego carga, Meade señaló que las propuestas de AMLO lo hacen sentirse en los 70… pero quien no quiere vivir en el pasado es Ricardo Anaya que, ahora que salió información sobre el caso de la nave industrial, aseguró que ese tema ya no es su Bronco, digo… ya no le concierne. “Lo que el PRI quiere es que yo me dedique hablar de esto de aquí al 1 de julio, y no lo voy hacer, lo que a mí concierne está completamente aclarado, todos los documentos son públicos con absoluta transparencia”.
Pero, ¿cuál aclarado?. Al menos no para Margarita Zavala, quien en reunión con estudiantes de la Universidad de las Américas, pidió al candidato del Frente que no se haga el que la virgen le habla y rinda cuentas por la nave de 54 millones de pesos. “Hay que rendir cuentas, para eso está la 3de3, los micrófonos y los medios, nuestro país está tomando una decisión muy importante y tiene que saber todo lo que tiene un candidato… sí sin duda alguna”.
Y para cerrar un día en el que Quadri tuvo la retrograda idea de censurar el perreo intenso (que sí está gacho… pero pa’ eso sirven los audífonos), Zavala se aventó a decir ante los poblanos que para ella nomás hay matrimonios hombre-mujer. Lo demás son chin%&/eras… bueno, no con esas palabras, porque es muy purista de la lengua. “Tengo que hablarles con la verdad. Soy católica, tengo valores cristianos, estoy orgullosa de ello y para mí, el matrimonio es entre hombre y mujer. Creo que podemos buscar una figura jurídica que respete el derecho de vivir con quien se quiera, pero para mí ese es el matrimonio. Tengo que hablarlo con honestidad, porque al final de cuentas es eso lo que yo pienso; pero también soy abogada y respeto las leyes y lo que deben fijarse en una autoridad es que les hablen con la verdad, si coinciden muy bien, y si no, respetarnos los unos a los otros”.