Ayer en Tercer Grado, Jaime Rodríguez Calderón mostró una mala copia del personaje que hace tres años conquistó al electorado y logró ganar la gubernatura de Nuevo León. ¿O es el mismo? Quizá sí, pero con un historial de promesas no cumplidas y propuestas sanguinarias, esa fórmula del candidato directo, rudo y de la rápida respuesta, parece que esta vez no le dará resultado.
“Las encuestas son las mismas, siempre me ponen en último lugar”, aseguró El Bronco ante el señalamiento inicial de Leopoldo Gómez: de ser un político que rompió paradigmas y logró un triunfo arrollador, ahora está en último lugar. “No creo en las encuestas”, aseguró el candidato independiente… como tampoco cree que haya decepcionado a los neoleoneses a quienes prometió no dejar el cargo para ir a buscar otro puesto. “He pedido disculpas. Me enfrentaré con esa adversidad. No maté, no asesiné (…) pedí permiso (…) No fue un engaño: sólo no cumplí”.
Pero el anterior no fue el único momento en que Rodríguez Calderón dejó en claro que a él le valen las críticas, investigaciones, encuestas, mediciones y cualquier dato en su contra. “Te puedo decir que bajé cuatro lugares en el índice nacional de seguridad, pero ustedes no publican. Hay resultados en Nuevo León. Es el Estado más seguro del país”, aseguró. Sin embargo, los entrevistadores le recordaron que dos años después de haber llegado la gubernatura de Nuevo León, el índice de homicidios fue 45% más alto. “Sí”, aceptó el candidato, pero fue porque en los penales se registraron más asesinatos.
- “El sistema penal no funciona”….
- Topo Chico es estatal
- “Son circunstancias”…
- Los delitos del fuero común aumentaron
- “Es que me dediqué al tema de la delincuencia organizada”
- En seguridad, Rodrigo Medina dejó una buena Fuerza Civil… llegaste y se desestructuró
- “No la desmantelé. La dupliqué. Es un éxito. De 3 a 6 mil elementos. Mejoré las condiciones laborales.”
- ¿Entonces por qué subió la delincuencia”
- “Nos equivocamos de estrategia. Pero ya estamos bajando”
Evidentemente, El Bronco estuvo en su mero mole: el enfrentamiento directo. Sin embargo, en su afán de nunca dejarse achicar, soltó las respuestas más risibles. “Qué números respeta o le parecen creíbles”, le preguntó Denise Maerker: “en mis mediciones: predicciones matemáticas. Leo el sentimiento de la sociedad”… y ¿en ellas cómo van los presidenciables? “AMLO tiene 32 y yo 18%”. ¿Y Anaya y Meade? “18%, ambos”.
De acuerdo con Rodríguez Calderón, esa lectura del “sentimiento de la sociedad” (que no es otra cosa que checar los mensajes que le mandan a sus whats) le sirvió para idear sus más polémicas propuestas (propuestas populistas con tendencias fascistoides, según René Delgado): militares en la educación, militares en las cárceles, mutilar las manos, dar azotes a criminales. “Es lo que los mexicanos quieren. Miles de whats lo justifican: es una decisión de la sociedad”.
- ¿Cómo concilias esas acciones con los derechos humanos?
- “Hay mamás que no encuentran a sus hijos…”
- Pero ellas quieren justicia, no venganza
- “No es venganza”, reviró, para después invitar a quienes lo cuestionan a ir a Singapur a ver cómo ha funcionado la medida…
- Mejor vaya a un juzgado mexicano y verá que personas inocentes podrían ser mutilados por su propuesta
- “Debemos atrevernos. Yo enfrentaré a la adversidad. Voy a seguir con mi plan”
Pese a que se le señaló que Singapur no era la mejor referencia por tratarse de una dictadura y que imponer castigos más severos no cambiaría en nada la crisis de violencia e inseguridad del país, cuando existe corrupción, impunidad y un mal sistema de distribución de justicia, El Bronco siguió “firme” en la idea de que mochar manos es una genial idea… incluso podría caber la pena de muerte, insinuó.
- Pero en algunos estados de EEUU hay pena de muerte y, de acuerdo con estadísticas, no sirve para bajar el índice de los delitos
- “Porque no la ejecutan (…) sólo en pocos casos”
- Pero en Singapur dijo que sólo hay seis casos registrados de mutilación a delincuentes
- “Pero inhiben”
Calificado como “populista de derecha” y criticado por su falta de liderazgo al proponer un castigo en respuesta al primitivo clamor popular que le llega por Whatsapp, El Bronco consiguió cambiar el tema de la conversación al dejar en claro que su proyecto mutilador no es una “ocurrencia”, como lo calificó Joaquín López-Dóriga. “Cálame y verás. Yo quiero que esté en la ley. No es ocurrencia… ocurrencias las tuyas y nadie te dice nada”.
¿El programa trató de algo más que la propuesta “mocha manos”? Sí, sus críticas contra el “populismo” de AMLO, la defensa de lo que él cree que lo hace diferente del resto de los políticos (su lucha contra la partidocracia) y, claro, la polémica en torno a la forma en que consiguió el registro de su candidatura. “El instituto dijo que había inconsistencias. No dijo que estaba presentando credenciales falsas (…) la aplicación no funcionaba como debía ser”, justificó, agregando que aquellos que ven su candidatura como ilegal o un regalo de los magistrado del TEPJF, es pura “percepción”…
- “Yo tengo la impresión que eres un candidato del gobierno”, le dijo Delgado
- “Yo tengo la impresión de que eres un palero… pero eso no quiere decir que sea verdad”, reviró.
Para este punto, la mayoría de los entrevistadores veían al candidato con cara de “no puede ser que este sujeto sea candidato”. Bueno, sí lo es: con ese mismo estilo es con el que llegó a la gubernatura de Nuevo León y con el que continuará con su campaña de la cual, dice, no se bajará. Por supuesto que no le alcanzará para ganar y tendrá que regresar a su cargo. ¿Con qué cara, después de haberles mentido? “Te lo diré el día 2 de julio”.