Su nombre es Duncan, es un luchador de la vida y se niega rotundamente a vencerse ante la falta de extremidades traseras, fue por eso que se empeñó en disfrutar lo que harían los perros habitualmente.
El perro Boxer tuvo uno de los momentos más hermosos de su vida. Más allá de sus problemas, el animal corrió rápidamente, parecía sonreír, se deshizo de su molesta silla de ruedas y únicamente se dedicó a disfrutar de su entorno, como dirían por ahí: “en el mar, la vida es más sabrosa”. Y sí.
No solamente nosotros tenemos problemas, estrés y demás. Duncan nació con una deformidad, por lo cual posteriormente le amputaron las patas y que su movilidad fuera mejor. Esto ya es un problema superado para el perrito y para sus dueños, quienes buscan darle alegrías a su mascota.
Este video fue grabado por Panda Paws Rescue, una asociación con sede en Washington que se preocupa por el bienestar de este y otros perros que sufren alguna malformación física, con lo que demostraron que dentro de la tormenta también hay felicidad.
Lindo, ¿no?
