El Abierto de Tenis de Australia ha terminado, el español Rafal Nadal perdió en una final cardiaca, la más larga de la historia de los Grand Slam, contra el serbio Novak Djokovic. La sexta derrota consecutiva del Mallorquín contral el nuevo número uno del mundo en un año y días.
La bella Maria Sharapova, la reina del deporte blanco y y las bananas cayó el sábado contra Victoria Azarenka, otra bella, y quien se va a casa con su primer grande.
Pero no ha sido el triunfo de Azarenka, ni al derrota de Sharapova (uy, sí que es bella) lo que ha marcado esta edición del primero de los cuatro Grand Slam del año. No.
La estrella del Abierto ha sido este joven recogebolas que a una mano se queda con la amarilla luego de un raquetazo fiero de Roger Federer en el partido semifinal entre el Suizo y Rafael Nadal. Bueno, la imagen de Azarenka besando la copa tampoco está mal.
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