Es muy aventurado llamarle a una banda “la mejor de todos los tiempos”. Esta afirmación siempre estará sujeta a la percepción de cada escucha. Sin embargo con Tool esta frase suele ser recurrente entre sus fans e incluso los críticos especializados. Algunos citan sus proezas técnicas, la manufactura de sus temas, los conceptos que manejan o su vínculo con diversas disciplinas como la razón de su “genialidad” ¿Qué tiene de especial esta misteriosa y polémica banda entonces?
Tool es una banda de culto, es decir un grupo que pese a no ser popular en el mainstream, mantiene una sólida y nutrida base de seguidores fieles que los miran como parte de un “club exclusivo”, como algo sólo para quienes han sido tocados por su gracia musical. Siempre han mantenido una relación agridulce respecto a los medios que por momentos parecen encumbrarlos como “el sabor del mes” y en otros simplemente dan cuenta de su existencia, en ocasiones la censura ha aislado a la banda (lo cual les es benéfico pues sabemos que lo prohibido es más atractivo) o ellos simplemente han optado por mantenerse lejos del reflector mediático. Surgidos en el pleno apogeo del Grunge, movimiento que vino a arrasar con todos los géneros existentes hasta entonces, Tool tuvo la ventaja de comenzar a forjar un sonido en esta era en que el sello “alternativo” daba permiso de hacer cualquier cosa. Es así como sumaron partes de Psicodelia, con mucho de Metal y Punk y una buena cantidad de Rock Progresivo. Esto le da a la banda un sello único musicalmente pues a pesar de sus influencias claras no sonaban como alguien específico.
El elemento de misterio que ha rodeado a la banda los ha hecho ser “tesoro” de sus adeptos. Reticentes a las fotos y entrevistas, la banda ha tratado de mantener la atención en su quehacer artístico más que en sus personas (aunque en el caso de su cantante, Maynard James Keenan ha sido más que imposible). En un principio sí aparecieron algunas fotos de la banda o sus integrantes en algunos videos pero en los subsiguientes decidieron no hacerlo más (aunque en 10000 Days aparecen de nueva cuenta en los interiores del disco) para que la gente no tuviera una fijación por quienes estaban creando los sonidos y se concentraran en la música.
Algo que podría parecer contraproducente, es el hecho de que Tool sólo haya lanzado cuatro álbumes en una carrera de más de 20 años. Esto ha mantenido a los fans a la expectativa con cada producción. Ahora mismo los tienen salivando ante la posibilidad de una nueva placa para este año que comienza. A la vez, esto puede ser el elemento que los ha mantenido frescos e innovadores, no tienen prisa por “pegar” o seguir vigentes. La banda hace lo que le viene en gana y saben que sus legiones de fans los esperan. Aunque mantienen una misma línea en cuanto a ciertos elementos auditivos (guitarras pesadas, pasajes psicodélicos, métricas poco habituales) el grupo suena distinto en cada uno de sus álbumes, nutriéndose de nuevos elementos que van encontrando al paso del tiempo.
De igual manera, el grupo no suele dar muchos conciertos en vivo, es por ello que cuando lo hacen, el evento se convierte en la ocasión de presenciar algo único que quizás no vuelva a suceder en mucho tiempo, casi como el paso de un cometa o un eclipse. Si tomamos en cuenta que los conciertos internacionales en México comenzaron a suceder casi a la par del surgimiento de la banda, que en nuestro país cuentan con una buena legión de seguidores y que jamás han pisado suelo nacional, los conciertos que se llevarán a cabo tanto en Cumbre Tajin como en el Distrito Federal en marzo de este año, cobran especial importancia de carácter histórico.
Quizás uno de los sellos más importantes de la banda sean sus letras. De entrada el grupo ha optado por no incluirlas en los booklets de sus álbumes, así que los fans han tenido que descifrarlas por su cuenta (o tomarlas de Internet, algunas veces publicadas por el propio Maynard James Keenan). En una época en que el contenido lírico es francamente estéril, pobre e inofensivo, las letras de Tool son una fuerte carta de presentación para el escucha inexperto o para el ávido coleccionista. En esencia las letras de la banda no se refieren a objetos o situaciones concretas, su tema central es la realidad subyacente detrás de los objetos/sujetos/situaciones que plasman en las canciones. Así como el sonido de la banda, las letras también han ido mutando con el paso del tiempo. Pese a la estética un tanto oscura del grupo, las letras suelen ser “afirmativas”, positivas, a favor de la plenitud de la vida humana a través del arte, la belleza y algo de filosofía zen. Las letras han probado tener una resonancia brutal entre quienes han sido tocados por ellas. Y no solamente el contenido mismo es interesante, también lo es muchas veces la propia manifactura de las letras, un caso muy sonado es el de la canción “Lateralus” cuyas sílabas se cuentan en el mismo orden matemático que la secuencia Fibonacci, aunado a una descripción de el artista Alex Grey (quien ha diseñado portadas y empaques para la banda) sobre una secuencia de colores vista bajo los influjos del LSD.
De igual manera han tomado inspiración de fuentes tan poco habituales como el comediante Bill Hicks quien se convirtió en amigo de la banda e incluso fue inmortalizado con una pintura de su imagen en el álbum Ænima tras su deceso. La música de King Crimson en repetidas ocasiones ha sido citada por los miembros de la banda como una de sus mayores influencias. También diferentes tipos de arte, historias y ciencias les han servido para complementar su música como imágenes estereoscópicas, logaritmos, la historia de Narciso, mantras y hasta investigaciones biológicas.
El empaque de los discos es también otro punto importante en esta banda. El arte está diseñado específicamente como un complemento del audio que emanará de las bocinas. La hoy clásica “costilla” roja de Undertow (y la polémica vaca lamiendo sus genitales en la charola del disco) creada por Adam Jones, las imágenes lenticulares de Ænima cuyo empaque fue nominado a un Grammy, las imágenes en capas del cuerpo humano concebidas por el pintor Alex Grey para Lateralus o las visiones de ayahuasca del mismo artista adaptadas para el álbum 10000 Days proveen al escucha con una experiencia más vasta que la de sólo escuchar un álbum. Los empaques están llenos de pequeñas claves, mensajes, conceptos e infinidad de cosas que pueden mantenerte ocupado durante mucho tiempo descubriéndolas.
Como ellos mismos lo han descrito, Tool trata de ser más que una banda, quiere ser una herramienta de catarsis o un medio para llegar a lo que uno se ha propuesto o encontrar lo que sea que se esté buscando en este valle material o espiritual.
Por: @Ivannieblas