¡Buenas noticias! Al fin podremos cambiar el marcador humanidad: uno, mosquitos: cero. Y es que, luego de décadas de lucha, diferentes investigaciones e innovaciones, El Salvador, se convirtió en el primer país de Centroamérica en erradicar la malaria, enfermedad transmitida por los mosquitos infectados con el parásito ‘Plasmodium’ y es responsable de la muerte de 405 mil personas al año en todo el mundo.
Como era de esperarse, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom, celebró este hito calificando al país de Centroamérica como pionero en la eliminación de la malaria y prometiendo una pronta certificación para el “Reconocimiento histórico que ubica a El Salvador libre de malaria”, señala Europa Press.
Por su parte, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ya te imaginarás, lució cual pavorreal orgulloso de poder presumir la eliminación de la enfermedad, mientras que la mayoría de los países, especialmente los de África, siguen quebrándose la cabeza por encontrar una solución al problema de salud pública mundial.
Lo curioso, es que la malaria es una enfermedad propia de las zonas tropicales, precisamente el clima típico de El Salvador, que además cuenta con estaciones bien marcadas por la lluvia, lo que favorece la aparición del parásito ‘Plasmodium’ en el abdomen de los mosquitos Anopheless, aunque cabe especificar que de los que hay que cuidarse, son de los mosquitos hembras, ya que los machos no pican.
¡¿Cómo le hicieron?!
Resulta increíble que El Salvador, pueda cantar victoria en la eliminación del paludismo, mientras que en los países que son primeras potencias en el mundo, tales como el Reino Unido, Suiza y Dinamarca entre otros, siguen realizando investigaciones científicas para tratar de frenar el número de decesos a causa de la enfermedad letal. Sin embargo, tal parece que la clave radica en la prevención.
El índice más alto de casos de malaria o paludismo se registraron en la década de los 80’s, cuando se llegaron a registrar más de 111 mil enfermos por el parásito en El Salvador. Pero, desde el 2009, los casos de malaria fueron menguando hasta conseguir su gradual eliminación. Y es que, el Ministerio de Salud no perdió el tiempo.
Gracias a la aplicación de plaguicidas en zonas pantanosas donde los mosquitos podrían incubar sus huevos, además de una agresiva búsqueda de casos de malaria en comunidades rurales y una atención médica oportuna, le permitieron a El Salvador, librarse del parásito unicelular, así como de los casos de malaria.