El salario Mínimo en México es un chiste mal contado (de esos que no solo no dan risa, sino que además dan pena ajena) y es que el país tiene uno de los salarios mínimos más bajos en América Latina (a pesar de que es la segunda potencia económica del subcontinente). Muchos no han querido aumentar el salario ya que podría afectar la economía del país, pero ¿es necesariamente malo hacerlo?

Hoy en día todos los partidos dicen que quieren discutir sobre un aumento al salario mínimo en nuestro país (vean nuestra nota al respecto) y es que, fuera del uso populista que están haciendo de este tema tan importante, la verdad es que el salario no le alcanza a los mexicanos actualmente para cubrir sus necesidades básicas. Y además somos uno de los pueblos peor pagados en el orbe (básicamente la gente del mundo, incluidos muchos chinos, pueden hacer el chiste de: me pagan tan mal que «gano como mexicano»).

Según la Comisión Económica para América Latina, nuestro país es el único país en Latinoamérica en donde el salario real mantiene a los trabajadores en un estado permanente de pobreza y no alcanza para cubrir las necesidades básicas de la persona.

En Paridad de Poder Adquisitivo (PPA), el salario mexicano es dos veces menor que el salario mínimo en Brasil, El Salvador, Perú, Honduras, Trinidad y Tobago, Uruguay y Venezuela. En términos de aumento real, los países que lo han tenido un aumento en su salario del 2002 al 2011 han sido Argentina (13%), Brasil (5%), Cuba, Ecuador, Honduras(5%), Nicaragua (5%) y Uruguay (11%).

Uno de los problemas más graves es que el 14 % de la población ni siquiera gana el mínimo, sino mucho menos. Además, el 40 % de nuestros trabajadores solo ganan dos salarios mínimos.

El poder adquisitivo de los mexicanos es dos veces menor al salario de 1980, situación que se ha traducido en una desigualdad enorme colocando a nuestro país como uno de los más desiguales en el continente.

 

Según datos de la OCDE el salario mexicano está por debajo de países como Estonia, República Checa, Hungría, Grecia y Turquía (ya no hablemos de países como Reino Unido u Holanda).

Según el estudio, Los Salarios mínimos y el Desarrollo Económico en el Distrito Federal, hecho por la Secretaría de Desarrollo Económico, los países con menores salarios mínimos no son más competitivos.

«Los bajos salarios no siempre hacen una economía más competitiva. De 2004 a 2011, los países latinoamericanos que más incrementaron sus salarios anualmente también fueron los que más incrementaron su productividad laboral anual. En México, los salarios crecieron poco y la productividad laboral decreció»

Esta es una tabla hecha por la OCDE en la que se compara el salario mínimo de varios países. El más bajo es el de nuestro país.

¿Se debe aumentar el salario?

Mientras algunos diputados intentan desaparecer el salario mínimo, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) aseguró que el debate no debe ser politizado y que debe ser objetivo para evitar errores como lo sucedido en el sexenio de 1976 a 1982, cuando se decretaron aumentos del 10%, 20% y 30%, los cuales llevaron a una pérdida del poder adquisitivo del más del 76 % de 1976 al 2000.

Aunque si de los 80 a el día de hoy se ha perdido el 50% del poder adquisitivo, parece que, entonces, el tema es mucho más complejo que solo aumentar o no el salario.

El presidente de la CCE, Gerardo Gutiérrez Candiani, afirmó que el sector empresarial espera que la economía permita aumentar de manera progresiva los salarios. Según ellos, una mayor poder adquisitivo real permitirá que los trabajadores accedan a mejores niveles de vida, mayor movilidad social y un mercado interno más dinámico.

Por otro lado, el asambleísta, Vidal Llerena Morales, propuso dos tipos de salarios, uno para fines administrativos y otro para fines laborales:

«Una posible respuesta a este problema es separar las figuras, pues se trata de instrumentos diferentes con finalidades distintas; es decir, se puede seguir usando el salario mínimo actual sólo como una medida estándar para el cálculo de infracciones y otras cuestiones y usar el nuevo salario como la medida mínima de pago de empleadores a trabajadores»

El perredista aseguró que el mismo PAN se dio cuenta de las ventajas de aumentar el salario, pues podría echar a andar el mercado interno mexicano, lo cual podría beneficiar a los empresarios.

La Confederación de Trabajadores de México (CTM) asegura que la economía mexicana no está preparada para aumentar los salarios mínimos:

«La economía mexicana en ninguna forma está preparada para aumentar los salarios mínimos de acuerdo a la propuesta de diversas autoridades locales y partidos políticos, porque los más de 600 ordenamientos, como pago de impuestos, pensiones, jubilaciones, multas y otros, se incrementarían también»

Así lo expresó el representante de la CTM en la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, José Luis Carazo.

 

Por otro lado, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe coincide con los políticos mexicanos y apoyan que se debata el tema en el país.

Para Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva del organismo regional, es importante que una de las primeras propuestas de discusión nacional la haya hecho Mancera, pues la Ciudad de México es una:

«ciudad de corte progresista, con un gobierno progresista»

(Creemos que la señora no se ha enterado de la cuestión de la protesta y cómo se ha legislado sobre las manifestaciones en la ciudad últimamente).

Precisó que para la Cepal lo importante es que la relación entre el salario mínimo y el valor de la línea de pobreza alcance por lo menos para cubrir las necesidades del trabajador y su familia:

«En ese sentido, México está por debajo de ese umbral; hoy por hoy su correlación es de 0.66 respecto de, por ejemplo, Costa Rica, que es de 3.18 veces»

¿Aumentar el salario aumentará el desempleo?

El fenómeno del desempleo y los efectos del aumento del salario mínimo son cosas muy complejas y no están directamente relacionadas.

El profesor de la Universidad de Massashussets, Arindrajit Dube, ha hecho investigaciones durante 20 años y ha encontrado que el aumento sectorial del salario mínimo no reduce puestos de trabajo como predice la teoría convencional.

El profesor ha mostrado que el aumento del salario, no solo no aumenta necesariamente el desempleo, sino que, además, aumenta el consumo interno y mejora los empleos. Un salario mejor permite retener a los trabajadores y con ello aumenta la productividad y por ende, la calidad de vida.

La postura de Dube choca con las opiniones de otros grupos económicos en el país. Sería bueno ver a dónde llegan las discusiones en el país.

@plumasatomicas

***Vía El Universal, El Economista, La Jornada

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